Con más del 90% de las mesas escrutadas, el hermano del actual gobernador se impuso en primera vuelta y profundiza el dominio radical en la provincia
Corrientes votó y el resultado confirmó lo que muchos anticipaban: el poder se queda en familia. Con el 93,16% de las mesas escrutadas, Juan Pablo Valdés, candidato de Vamos Corrientes y hermano del actual gobernador Gustavo Valdés, obtuvo el 52,61% de los votos, asegurándose la gobernación en primera vuelta. La victoria no solo ratifica la fuerza del radicalismo en la provincia, sino que también expone la dificultad de la oposición para construir una alternativa sólida.
En segundo lugar quedó el candidato peronista Martín “Tincho” Ascúa, con apenas el 20,1%, muy lejos de la competitividad que su espacio buscaba instalar. El histórico caudillo Ricardo Colombi, por su parte, cosechó el 17,27% y reconoció su derrota, un dato político que abre interrogantes sobre el futuro de su espacio Encuentro por Corrientes – Eco. La Libertad Avanza, en tanto, no logró capitalizar el clima nacional y se hundió con un discreto 8,24%, quedando relegada a un cuarto lugar.
La jornada electoral no estuvo exenta de polémicas. La difusión de datos oficiales sufrió demoras, la página web del escrutinio provisorio colapsó y el propio oficialismo salió a proclamar el triunfo en redes sociales antes de que la Junta Electoral difundiera resultados. Mientras tanto, desde La Libertad Avanza denunciaron “irregularidades típicas de la vieja política”, aunque no presentaron denuncias formales.
Con este resultado, Corrientes se convierte en un caso emblemático del nepotismo institucionalizado: un gobernador que entrega el bastón a su hermano en un esquema que perpetúa el poder de un mismo clan. La excusa de la “continuidad de gestión” termina siendo la fachada de un proyecto cerrado, que acapara la administración pública, condiciona a la oposición y alimenta un círculo de poder difícil de quebrar.
Más allá de los números, la elección deja un mensaje claro: el radicalismo correntino no solo controla la provincia, sino que ha logrado construir un aparato electoral que se nutre de la fragmentación opositora. Ni el peronismo, ni el viejo caudillismo de Colombi, ni mucho menos el experimento libertario de Milei, lograron interpelar a un electorado que votó por la continuidad.
En paralelo, la participación alcanzó el 72,4% del padrón, un dato superior al de otras provincias como Santa Fe. La cifra muestra un interés ciudadano que, paradójicamente, convive con un escenario político donde las opciones de cambio parecen cada vez más limitadas.
El triunfo de Juan Pablo Valdés no solo marca la consolidación de un apellido en el poder, sino que también abre el debate sobre la calidad democrática en las provincias donde el oficialismo gobierna con control hegemónico y la alternancia se vuelve una quimera.
Fuente:
- https://www.lanacion.com.ar/politica/resultados-en-vivo-de-corrientes-como-van-las-elecciones-2025-nid31082025/
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