El Partido Justicialista emitió un duro comunicado en el que calificó de “genocidio” los ataques del Estado de Israel contra el pueblo palestino, repudió las violaciones a los derechos humanos y criticó el silencio del gobierno de Javier Milei frente a la tragedia humanitaria.
La Secretaría de Relaciones Internacionales del PJ advirtió sobre la catástrofe en Gaza, donde más de 66.000 personas fueron asesinadas, y denunció la utilización del hambre como arma de guerra. Además, expresó su solidaridad con los activistas argentinos detenidos por intentar llevar ayuda humanitaria y reafirmó su compromiso con la paz, la dignidad y la justicia internacional.
En un contexto mundial atravesado por el horror, el Partido Justicialista volvió a pronunciarse con firmeza contra el genocidio que el Estado de Israel perpetra sobre el pueblo palestino. En un comunicado oficial, el PJ repudió las masacres, los bombardeos indiscriminados y el bloqueo sobre Gaza, denunciando una violación flagrante al derecho internacional y a los principios más básicos de la dignidad humana. Según el texto, los ataques sistemáticos han configurado “una catástrofe humanitaria sin precedentes”: más de 66.000 palestinos asesinados, miles de ellos niños; hospitales, escuelas y viviendas reducidos a escombros, y más de dos millones de personas desplazadas, sin acceso a agua, alimentos o medicamentos.
El documento, emitido por la Secretaría de Relaciones Internacionales del partido, pone el foco en una verdad incómoda que gran parte de los gobiernos occidentales prefieren esquivar: la utilización del hambre como arma de guerra, una afrenta moral inadmisible que interpela a toda la comunidad internacional. “El silencio frente a la barbarie también es complicidad”, advierte el texto, dejando en evidencia la pasividad del gobierno de Javier Milei, que evita pronunciarse ante la devastación de Gaza mientras profundiza su alineamiento con Washington y Tel Aviv.
El comunicado no se limita a denunciar la masacre, sino que también repudia la detención arbitraria de cientos de activistas humanitarios a bordo de la Flotilla Global Sumud, entre ellos tres argentinos: Carlos Bértola, Celeste Fierro y Ezequiel Peressini. Los militantes fueron apresados por intentar romper el bloqueo y llevar asistencia humanitaria al pueblo palestino. “Su accionar representa un acto de enorme valentía y solidaridad”, sostuvo el PJ, celebrando su reciente liberación y reafirmando su reconocimiento hacia quienes arriesgan la vida en defensa de la justicia frente al silencio y la impunidad.
A la vez, el comunicado no omite condenar el atentado perpetrado por Hamas el 7 de octubre de 2023, que causó la muerte de más de mil civiles israelíes y el secuestro de rehenes, entre ellos 21 argentinos. El Partido Justicialista fue claro: ningún acto terrorista puede justificarse. Sin embargo, subraya que esos crímenes no pueden ser utilizados como excusa para la aniquilación de un pueblo entero. “El uso desproporcionado e indiscriminado de la fuerza, la ocupación prolongada y el bloqueo de Gaza constituyen violaciones graves y continuadas del derecho internacional”, remarca el texto con una claridad que contrasta con la tibieza del discurso oficial del gobierno libertario.
En un tono diplomático pero firme, el PJ recordó la histórica posición de la Argentina en defensa de la paz y la justicia internacionales: la única solución duradera y justa es la creación de dos Estados soberanos, que coexistan en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas por la comunidad internacional. Una postura coherente con la tradición humanista y de derechos humanos del país, hoy desplazada por la política exterior de Milei, centrada en la sumisión ideológica y la provocación mediática antes que en la defensa de los pueblos.
El comunicado cierra con una definición política que resume el espíritu del mensaje: “Ratificamos nuestro compromiso con la paz, la defensa de los derechos humanos y la dignidad de todos los pueblos. No hay paz posible mientras persista el sufrimiento planificado de un pueblo sometido al hambre, el exilio y la destrucción”. Una frase que no solo apunta al horror en Gaza, sino también al clima de deshumanización y desigualdad que se profundiza en la Argentina bajo un gobierno que desprecia la empatía y desmantela toda política solidaria.
Mientras el oficialismo calla o justifica, el peronismo vuelve a poner en palabras lo que otros prefieren ignorar: que no hay progreso sin justicia, ni libertad posible en medio del exterminio. La voz del PJ se alza, una vez más, como eco de los pueblos que resisten frente al poder, recordando que la indiferencia también mata.
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