La empresa Tech Security, vinculada a los hermanos Menem, obtuvo un contrato por casi 4.000 millones de pesos con el Banco Nación. La reacción del Presidente fue furiosa y apuntó directamente contra su hermana Karina, protectora del clan riojano.
La licitación adjudicada a una empresa ligada a Martín y Lule Menem provocó un terremoto en la interna del oficialismo. Javier Milei, que se había mostrado reticente a designar a Martín al frente de Diputados, ahora evalúa cortar lazos con los Menem tras las legislativas. La polémica golpea el discurso anticasta del Presidente en un momento político clave.
El Presidente Javier Milei se encuentra en estado de furia contenida tras estallar un nuevo escándalo que sacude a su círculo más cercano: una millonaria licitación del Banco Nación, por casi 4.000 millones de pesos, fue adjudicada a la empresa Tech Security, controlada por los hermanos de Martín Menem, titular de la Cámara de Diputados. La empresa, según se reveló, fue fundada por el propio Martín Menem, quien transfirió sus acciones a su hermano Adrián al asumir su banca, maniobra que buscó evitar incompatibilidades pero que ahora vuelve como bumerán.
La revelación generó un cimbronazo en Balcarce 50 y terminó con un airado reproche de Milei a su hermana y jefa de campaña, Karina Milei, principal garante político de los Menem dentro del gobierno. Karina no sólo sostiene a Martín en Diputados, sino que también ubicó a Eduardo “Lule” Menem como su segundo en la Secretaría General de la Presidencia.
Un diputado libertario graficó la gravedad de la situación: “Es como el caso de los hoteles de Cristina con Aerolíneas. No se puede predicar anticasta y tener a tus aliados haciendo negocios con el Estado”. El enojo presidencial no solo apunta a la inmoralidad del hecho sino al daño irreparable que supone para el relato libertario, especialmente a tan solo dos meses de unas elecciones legislativas que serán clave para el oficialismo.
Milei ya había demostrado reparos hacia la figura de Martín Menem desde el inicio de su mandato. De hecho, su preferido para presidir la Cámara Baja era el macrista Cristian Ritondo. “La próxima que se mande, lo echo”, habría dicho el Presidente tras el escándalo de la estafa cripto de Libra, en la que se vinculó al entorno Menem y por la cual Marcela Pagano acusó públicamente al riojano.
Ahora, el escándalo del Banco Nación revitaliza esa interna no resuelta. Pagano, enfrentada desde hace tiempo con Martín Menem, ironizó sobre la licitación a través de sus redes sociales, diciendo que “debe ser una falsa licitación creada con Inteligencia Artificial”, aludiendo al cinismo de la operación.
Desde el entorno presidencial confirman que, si bien Karina Milei y Santiago Caputo intentan contener la crisis, el Presidente ya tomó la decisión de desplazar a los Menem del núcleo de poder, aunque esperará que pasen las elecciones de octubre para ejecutar la purga. “Caputo se equivocó en querer detonarlos ahora, pero después de octubre deberían correrlos”, confió un funcionario preocupado por la posibilidad de que estallen nuevos escándalos vinculados al clan riojano.
La licitación de Tech Security no sólo revela una posible incompatibilidad ética, sino que expone la fragilidad de una coalición armada sobre acuerdos circunstanciales, oportunismo político y una narrativa cada vez más difícil de sostener. Mientras Milei insiste en que vino a terminar con la “casta”, sus funcionarios más cercanos comienzan a mostrar costumbres idénticas a las que juraron erradicar.
En paralelo, crecen las internas: Karina Milei enfrenta tensiones con Patricia Bullrich por las candidaturas, y los radicales aliados comienzan a mostrar distancia. La alianza entre los Menem y la hermana del Presidente, que alguna vez fue funcional para consolidar el poder interno, hoy se convierte en un dolor de cabeza para Milei, que ve cómo sus promesas de pureza libertaria se diluyen entre licitaciones millonarias, billeteras virtuales vaciadas y nombres propios con aroma a la vieja política.
Cierre con perspectiva legal y de género:
Más allá del impacto político, el caso podría implicar también responsabilidades legales si se confirma que hubo uso de información privilegiada, conflicto de intereses o maniobras de evasión para simular desvinculaciones societarias. Además, la figura de Karina Milei queda una vez más en el ojo de la tormenta: no solo como ejecutora de decisiones estratégicas sin control institucional, sino como garante de estructuras de poder masculinas que reproducen las lógicas más retrógradas del sistema político argentino.
En nombre de la «libertad», el gobierno de Javier Milei podría estar replicando, sin pudor, las peores prácticas de la casta que vino a combatir.
Fuente:
- https://www.lapoliticaonline.com/politica/milei-furioso-con-los-menem-por-el-impacto-del-escandalo-del-banco-nacion/





















Deja una respuesta