«Lamelas Go Home»: Kicillof cruzó al enviado de Trump y lo acusó de querer tutelar la politica nacional

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El gobernador bonaerense repudió las declaraciones del candidato de Joe Biden y Donald Trump a embajador en Argentina, Peter Lamelas, y lo acusó de intentar tutelar la política nacional. En un duro hilo en redes sociales, lo vinculó con el lawfare contra Cristina Fernández y denunció la sumisión del gobierno de Javier Milei.

Axel Kicillof rechazó enérgicamente los dichos del futuro embajador de EE.UU., Peter Lamelas, quien opinó ante el Congreso estadounidense sobre la situación política y judicial de la Argentina. El mandatario bonaerense denunció “prácticas neocoloniales”, comparó sus dichos con la doctrina Monroe y le advirtió que no será bien recibido en la provincia de Buenos Aires.



«Una amenaza a la soberanía»: Kicillof enfrenta a Lamelas y denuncia injerencia externa

En un contundente hilo publicado en la red social X, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, repudió con dureza las declaraciones de Peter Lamelas, propuesto como embajador de Estados Unidos en Argentina. Durante su presentación ante el Congreso estadounidense, Lamelas deslizó críticas hacia el panorama judicial argentino, incluso refiriéndose a la condena contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, lo cual fue calificado por Kicillof como una “violación del derecho internacional”.

“LAMELAS GO HOME”, escribió el exministro de Economía, dando inicio a un descargo que dejó al descubierto el creciente malestar del arco opositor con el tono intervencionista de la administración estadounidense. Para Kicillof, Lamelas no solo se extralimitó en sus funciones diplomáticas, sino que sus dichos evocan una preocupante regresión hacia las etapas más oscuras de injerencia norteamericana en América Latina.

> “Un enviado diplomático no puede comportarse como si fuera un tutor de las políticas soberanas del país que lo recibe”, afirmó el gobernador. “Las expresiones del señor Lamelas evocan las épocas más oscuras de injerencia de los Estados Unidos en la vida democrática de nuestra región”.



La sombra de la Doctrina Monroe

Según Kicillof, las declaraciones del futuro embajador no constituyen un exabrupto aislado, sino que se inscriben en un marco más amplio de presión e intervención. “Washington ha decidido reeditar la obsoleta Doctrina Monroe”, sostuvo, enumerando otros ejemplos regionales: desde los aranceles contra Brasil, hasta la intromisión en asuntos judiciales y territoriales como el Canal de Panamá.

Pero el núcleo más grave de su acusación apunta directamente al lawfare en la Argentina y al rol que podría estar jugando la diplomacia norteamericana. “Incluso se permite opinar (¿estará opinando o ejerciendo presión?) sobre la absurda condena que pesa sobre @CFKArgentina”, escribió Kicillof, rematando con una frase demoledora: “Resulta evidente que aquel fallo primero se escribió en inglés”.



Un gobierno arrodillado ante Estados Unidos

Kicillof no se quedó solo en la denuncia de Lamelas, sino que amplió su crítica al gobierno de Javier Milei, a quien acusó de actuar como un subordinado de los intereses de Washington. “Lo más penoso y alarmante es el humillante sometimiento del gobierno de @JMilei a estas prácticas neocoloniales”, escribió.

Recordó que Milei ha sido parte de eventos con el expresidente Donald Trump, donde incluso participó de sus fiestas privadas. “Además de bailar en las suntuosas fiestas de Donald Trump, Milei ataca a los gobernadores, desfinancia a las provincias, desprecia el federalismo e incluso ha amenazado con intervenir la provincia de Buenos Aires. No es casualidad”.

Kicillof conectó el alineamiento internacional de Milei con una agenda de ajuste, concentración y disciplinamiento político interno, señalando que el gobierno libertario busca condicionar a las provincias desde la Casa Rosada, con el respaldo de sectores de poder externos.



Advertencia directa: “Ni se moleste en venir a La Plata”

Uno de los pasajes más fuertes del hilo de Kicillof fue el mensaje dirigido directamente a Lamelas, quien había manifestado su deseo de reunirse con gobernadores provinciales. La respuesta del gobernador fue tajante:

> “Escuché decir al Sr. Lamelas que aspira a reunirse con los gobernadores. Ya le adelanto que ni se moleste en venir a La Plata: acá nadie lo va a recibir”.


Con esa frase, el mandatario bonaerense dejó claro que, al menos en su distrito, no será tolerada la actitud intervencionista del futuro diplomático estadounidense.



Una advertencia de cara a las próximas elecciones

El cierre del mensaje tuvo un tono electoral, pero también estratégico. Kicillof advirtió que el avance de estos “mecanismos de entrega y amenaza” no puede ser combatido solo desde la denuncia, sino desde la organización política. En ese marco, calificó a las próximas elecciones como un plebiscito por la soberanía nacional:

> “Frente a este nivel de entrega y amenaza, las elecciones de septiembre y octubre no son unas simples elecciones legislativas. Hay que sumar fuerzas para defender la Constitución, el federalismo y la soberanía nacional”.



Con un “PD” lapidario, Kicillof cerró el hilo:

> “Señor Lamelas: ocúpese de los múltiples problemas que tiene su país y no se meta con la soberanía argentina”.

Las declaraciones de Axel Kicillof reabren una vieja herida latinoamericana: la relación asimétrica con Estados Unidos y su histórica tentación de incidir en los destinos de la región. Pero lo que las vuelve especialmente inquietantes es el contexto: un gobierno nacional alineado ideológicamente con sectores conservadores de la política estadounidense, y dispuesto a convalidar tutelajes externos en nombre de un supuesto «realismo» internacional. En ese escenario, el reclamo de Kicillof no es solo un grito soberano. Es una advertencia política. Y también, quizás, un llamado a la resistencia.

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