La Comisión Bicameral de Inteligencia investiga un presunto desvío de 20 millones de pesos en un viaje oficial de la SIDE a Asia Central que habría incluido una escala turística no autorizada en Bakú para asistir a una carrera de Fórmula 1. El subdirector del organismo, José Lago Rodríguez, aparece en el centro de la maniobra.
La escena es tan grosera que parece inventada, pero no lo es. En pleno ajuste, con jubilados reclamando medicamentos, PyMEs cerrando y un gobierno que exige “austeridad”, la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) quedó envuelta en una denuncia explosiva: un alto funcionario habría utilizado fondos reservados para desviarse de un viaje oficial y hacer turismo en Bakú, Azerbaiyán, coincidiendo con una fecha de Fórmula 1 en la que competía el piloto argentino Franco Colapinto.
El caso fue revelado por el diputado nacional de Encuentro Federal, Esteban Paulón, quien confirmó en AM750 que la Bicameral de Inteligencia ya está investigando la maniobra. El legislador fue tajante: “Cuando se arma una excursión de turismo para ir a ver a Colapinto con fondos públicos, la SIDE tiene que dar explicaciones”.
La denuncia apunta directamente al subdirector del organismo, José Lago Rodríguez. Según las primeras averiguaciones, él habría ordenado o ejecutado la escala sospechosa durante un viaje a Asia Central. Y no se trata de un error administrativo: hay unos 20 millones de pesos involucrados.
Paulón detalló cómo arrancó todo. “Aparecieron fechas coincidentemente con una escala en Bakú, donde se corre una carrera de Fórmula 1. Una ciudad espectacular, donde corría Colapinto”, explicó. No fue una deducción al azar: legisladores recibieron información precisa, itinerarios y una fotografía que circuló en redes sociales mostrando a un hombre con rasgos coincidentes con Lago Rodríguez sentado en las gradas del circuito.
Aunque la imagen no es completamente nítida, sí aporta elementos “que coinciden en algunas características personales”, según dijo el propio Paulón. La fotografía, sumada a los itinerarios y al uso de fondos reservados, empujó a los parlamentarios a encender las alarmas.
Un viaje oficial que no cierra por ningún lado
La investigación detectó inconsistencias que hacen imposible justificar la escala. Paulón lo explicó con claridad: ningún vuelo hacia Asia Central utiliza Azerbaiyán como escala natural.
“Los vuelos a Asia no viajan a través de Azerbaiyán. Es un destino al que se viaja específicamente. Uno va a través de Europa o Turquía. No existe una aerolínea que haga una escala en Bakú”, advirtió el diputado.
El itinerario original, según estimó, probablemente tuviera como destino Turquía. Pero la detención en Bakú aparece como un desvío deliberado, sin razón técnica ni diplomática, y perfectamente sincronizado con el calendario del automovilismo internacional.
Es decir: no sólo se viajó a un punto fuera de ruta, sino que se hizo en la fecha exacta de una carrera, con fondos reservados, y con un funcionario de inteligencia en el lugar indicado.
La trampa de los fondos reservados: control limitado, abuso ilimitado
Este episodio pone nuevamente en el centro del debate a los fondos reservados, un mecanismo que históricamente ha sido caldo de cultivo para maniobras turbias dentro de los servicios de inteligencia. Como recordó Paulón, no existe un acceso público ni administrativo para revisar esos gastos: el único órgano de control es la Comisión Bicameral de Inteligencia.
Por eso el rol del Congreso es clave. La Bicameral ya pidió explicaciones formales a la SIDE, que deberá entregar documentación, itinerarios y comprobantes de gastos. Si la respuesta confirma los desvíos —o si evidencia un intento de encubrimiento— el caso podría derivar en una causa judicial.
Paulón fue claro: “Estamos esperando ver qué responde la SIDE para ver si se puede iniciar una causa judicial”.
En paralelo, la sospechosa foto del subdirector Lago Rodríguez en las gradas alimenta la sensación de que parte del sistema de inteligencia habría utilizado dinero estatal para una “excursión VIP” ligada al automovilismo. Un escándalo grotesco para cualquier administración, pero especialmente grave en un gobierno que se autopercibe como abanderado de la eficiencia y el recorte del “gasto político”.
El impacto político: corrupción, privilegios y un gobierno que prometía transparencia
La denuncia estalla en un contexto cargado. Con la economía en crisis, el dólar recalentado, la caída de salarios y múltiples frentes judiciales abiertos, este episodio golpea directamente la imagen de Javier Milei, que insiste en mostrar a su gestión como una cruzada moral contra la “casta”.
El problema es que aquí la casta no está afuera: está adentro del propio gobierno, en una dependencia clave del Estado. La SIDE es un organismo históricamente atravesado por operaciones oscuras, internas y redes de poder, pero bajo la administración Milei se presenta como un actor indispensable para “ordenar el país”.
Que altos funcionarios utilicen fondos públicos para hacerse una escapada turística a una carrera de automovilismo destruye cualquier discurso de transparencia.
La denuncia no sólo compromete a Lago Rodríguez: también exhibe la fragilidad del sistema de control, la opacidad de los gastos reservados y el riesgo permanente de que los servicios de inteligencia repitan prácticas del pasado bajo la excusa de la “seguridad”.
El escándalo recién empieza. Lo que responda la SIDE —o lo que no responda— será determinante. Y si la causa llega a tribunales, el gobierno tendrá un nuevo frente abierto, esta vez en un terreno especialmente sensible: el de la corrupción vinculada al aparato de inteligencia estatal.
Fuente
.https://www.pagina12.com.ar/2025/11/26/escandalo-en-la-side-denuncian-que-funcionarios-del-organismo-viajaron-a-ver-a-colapinto-con-fondos-publicos/
Fondos reservados, destinos privados: la SIDE bajo sospecha por escala irregular en el Gran Premio de Azerbaiyán - ARGENTINA DESIGUAL
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