La decisión del gobierno de Javier Milei de dar por concluido el esquema de retenciones cero expone con crudeza hacia dónde apunta su modelo económico: premiar a los grandes jugadores del sector agroexportador, aun cuando el resto del país sufre una política de ajuste feroz que golpea salarios, jubilaciones y programas sociales.
La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) confirmó que el cupo de u$s7.000 millones fijado en el decreto 682/2025 ya fue alcanzado este miércoles, más de un mes antes de la fecha límite del 31 de octubre. Desde ese momento, quedó sin efecto la posibilidad de registrar Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) con retenciones en cero. En otras palabras, se terminó el “beneficio estrella” con el que el Ejecutivo había seducido al campo.
El esquema no era menor: la eliminación de derechos de exportación incluyó a la soja, el maíz, el trigo, el girasol, la cebada y el sorgo, además de aceites, harinas, biodiesel y hasta productos cárnicos, incorporados más tarde a través del decreto 685/2025. Un paquete completo para aliviar los bolsillos de los grandes exportadores, quienes aprovecharon al máximo la ventana de oportunidad para liquidar ventas al exterior sin tributar un peso en retenciones.
Ahora bien, la pregunta de fondo es inevitable: ¿quién paga el costo de estas concesiones? Porque mientras los exportadores embolsaron ganancias extraordinarias gracias a la decisión presidencial, millones de argentinos padecen la caída del poder adquisitivo, la licuación de las jubilaciones y un recorte brutal en áreas sensibles como educación, salud e investigación científica. La balanza es evidente: los dólares frescos que Milei necesitaba se consiguieron a expensas de un Estado cada vez más debilitado para atender a los sectores vulnerables.
El oficialismo se jacta de haber cumplido con su promesa de “liberar al campo”, pero oculta el dato central: no es una política que beneficie al conjunto de la sociedad, sino a un puñado de corporaciones concentradas. El discurso de la libertad se diluye cuando se observa que, en realidad, se trata de un privilegio para pocos que profundiza la desigualdad.
El fin del cupo de u$s7.000 millones marca, además, un regreso al esquema previo de retenciones, aunque bajo un contexto distinto: ya no queda margen para la narrativa de campaña que usó Milei, basada en la idea de que “la presión fiscal al campo asfixiaba la producción”. La evidencia muestra que los exportadores aprovecharon la medida al máximo, mientras que el resto del país no vio un solo beneficio directo.
Lo más preocupante es la señal política: el gobierno volvió a dejar en claro que su prioridad es el agro, mientras el ajuste lo paga la ciudadanía común. Esa asimetría es el corazón del modelo libertario. Y aunque el Ejecutivo intente presentarlo como un éxito, la realidad es que se trata de un nuevo capítulo de transferencia de recursos desde el Estado hacia los grandes grupos económicos.
El cierre anticipado de este beneficio confirma la lógica que guía la gestión Milei: primero, cumplir con los grandes exportadores; después, que el resto de la sociedad se arregle como pueda.
Fuente
.https://www.minutouno.com/economia/el-gobierno-anuncio-el-fin-la-quita-retenciones-ya-se-alcanzo-el-cupo-us7000-millones-n6194668
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