La hermana del Presidente debió huir en camioneta en medio de incidentes con militantes opositores, mientras nuevos audios de Diego Spagnuolo apuntan contra ella y Lule Menem, acrecentando el olor a podredumbre alrededor del oficialismo.
La caravana libertaria en Corrientes terminó en golpes, corridas y dos detenidos. En paralelo, siguen filtrándose grabaciones que exhiben una trama de negocios turbios en la Agencia Nacional de Discapacidad. Karina Milei, en el ojo del huracán, queda cada vez más expuesta como el verdadero engranaje del poder libertario.
La imagen que La Libertad Avanza soñaba para cerrar la campaña en Corrientes quedó sepultada bajo escenas de violencia, gritos y corridas. Lo que debía ser una caminata ordenada y triunfal encabezada por Karina Milei, Martín Menem y el candidato libertario Lisandro Almirón se transformó en un bochorno político que terminó con evacuaciones de urgencia, dos detenidos y un vendaval mediático que vuelve a poner en cuestión la supuesta capacidad de este gobierno para manejar el descontento social.
El episodio ocurrió en pleno centro correntino, en la peatonal Junín, donde la comitiva libertaria había decidido mostrarse en contacto directo con la gente. Karina, autoproclamada arquitecta de la estructura política oficialista y protectora del círculo de hierro presidencial, intentó caminar abrazada a Menem y Almirón. Apenas alcanzó a dar unos pasos. Entre empujones, insultos y forcejeos, la situación se descontroló. Lo que parecía un acto breve y simbólico terminó en batalla campal.
La policía provincial, que había prometido garantizar el orden, se mantuvo al margen hasta que la tensión se volvió insostenible. Entonces aparecieron corridas, palos y finalmente dos detenciones. Karina Milei, apurada por no perder el vuelo de regreso desde Resistencia, se metió a toda prisa en una camioneta negra y escapó del lugar, escoltada por custodios. A su paso, quedaban militantes lastimados, pancartas pisoteadas y la sensación de que el supuesto “orden libertario” no alcanza para evitar la improvisación ni el caos.
No fue un hecho aislado. Apenas un día antes, en Lomas de Zamora, el propio Javier Milei había sufrido una agresión con piedras que obligó a interrumpir otra caravana electoral. Las comparaciones resultan inevitables: dos actos consecutivos, dos escándalos de seguridad, dos imágenes de fuga que dejan más preguntas que respuestas.
En Corrientes, los manifestantes opositores se hicieron sentir con fuerza. Algunos llegaron con carteles escritos en violeta y consignas acusatorias: “esta señora le roba a los jubilados”, gritaban. Otros improvisaron pancartas más directas, como la que rezaba “persona no grata”. La reacción de los libertarios fue inmediata: insultos cruzados, empujones y acusaciones mutuas. La postal que pretendía transmitir esperanza y libertad terminó convertida en un choque de facciones que mostró la fragilidad del experimento libertario en las calles.
La versión oficialista intentó responsabilizar al peronismo local y al gobernador radical Gustavo Valdés. Sin embargo, desde esos espacios desmintieron cualquier vínculo y hablaron de “autoconvocados”. La disputa política por el relato no logró ocultar la evidencia: la presencia libertaria en Corrientes no generó entusiasmo ciudadano sino rechazo abierto, con vecinos gritando “chorizo” mientras el operativo policial desbordado apenas contenía la tensión.
Como si no bastara con la violencia en la calle, otro frente de tormenta golpeaba al corazón del oficialismo. Ese mismo día, un nuevo audio del exdirector de la Agencia Nacional de Discapacidad, Diego Spagnuolo, se filtraba a la prensa y agitaba aún más el avispero. En la grabación, Spagnuolo hablaba sin filtros: “alrededor de Karina hay olor a podrido”. La frase, lapidaria, se sumaba a una serie de denuncias sobre un presunto entramado de coimas en la ANDIS que involucra a proveedores, empresarios y funcionarios.
Los audios no son inocuos. Allí se describe un esquema de repartija de contratos y sobornos, con menciones directas a Eduardo “Lule” Menem, señalado como cerebro de los negocios turbios en nombre de la hermana del Presidente. Spagnuolo, que hoy enfrenta a la Justicia y ya se presentó con abogado en Comodoro Py, detalla con crudeza cómo se manejaban porcentajes, privilegios de venta y favoritismos con la droguería Suizo Argentina. En ese circuito, según su voz, “un 3% era para Karina”.
El gobierno, por supuesto, salió a desmentir todo. Javier Milei se mostró desafiante y aseguró que llevarán a Spagnuolo a la Justicia. Pero las grabaciones siguen apareciendo, cada una más comprometedora que la anterior, y la estrategia de negación pierde fuerza frente al hedor de corrupción que rodea a la Secretaría General de la Presidencia. La frase de Spagnuolo es brutal pero difícil de ignorar: “nos está cogiendo a todos con la pija de Karina, no con la de él”, en referencia a Lule Menem. Una vulgaridad que revela no sólo bronca personal, sino la percepción de que el poder libertario opera con métodos torpes, dejando rastros demasiado visibles.
Mientras tanto, Karina Milei intenta mostrarse como una dirigente de cercanía, viajando en clase turista y sonriendo en selfies con pasajeros de Aeroparque. El oficialismo amplifica esas imágenes como prueba de austeridad. Sin embargo, el contraste con los incidentes en Corrientes y con los audios de corrupción es demasiado evidente. La narrativa de la “ciudadana común que lidera el cambio” se derrumba frente a la cruda realidad: el poder libertario no logra controlar ni las calles ni sus propios escándalos internos.
Lo que debió ser un cierre de campaña se convirtió en un bochorno amplificado. La oposición celebra cada traspié, los vecinos se animan a confrontar, los jueces reciben nuevas pruebas y el oficialismo corre detrás de los hechos. La figura de Karina, central en la construcción del proyecto mileísta, queda cada vez más asociada a sospechas, improvisación y rechazo social. El interrogante es inevitable: ¿qué tan largo será el recorrido de este poder si sus cimientos se apoyan en la violencia callejera y en la podredumbre administrativa?
La campaña en Corrientes terminó abruptamente, con dos detenidos y una dirigencia libertaria refugiada en camionetas oficiales. Los audios de Spagnuolo siguen filtrándose y huelen cada vez peor. Y la ciudadanía, lejos de comprar la épica libertaria, responde con pancartas que hablan de robo, con gritos de “chorizo” y con el rechazo explícito a quienes se presentan como salvadores pero cargan el fardo de la corrupción. El domingo habrá elecciones en Corrientes, pero la verdadera batalla se libra en otro terreno: el de la credibilidad. Y esa, hoy, parece estar perdida.
Fuente:
https://www.lanacion.com.ar/politica/con-incidentes-la-libertad-avanza-cierra-la-campana-en-corrientes-con-karina-milei-al-frente-de-una-nid28082025/
https://www.infobae.com/politica/2025/08/28/karina-milei-y-martin-menem-cerraron-la-campana-en-corrientes-y-otra-vez-hubo-incidentes-en-la-caravana/
https://www.clarin.com/politica/audio-diego-spagnuolo-dijo-alrededor-karina-milei-olor-podrido_0_npeSpyyNLR.html





















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