9 de agosto de 2025 | Por Redacción Enorsai

¿Qué está pasando? Trump rompe el tablero global y Brasil paga el precio más alto
Desde el 7 de agosto, los nuevos aranceles de Trump del 50% sobre productos brasileños clave como carne y café están en vigor, marcando un récord mundial y superando ampliamente el límite máximo del 35% fijado por la OMC. Esta movida unilateral viola el principio de nación más favorecida y lleva a Brasil a presentar una demanda formal ante la OMC. La causa formal fue la persecución judicial a Bolsonaro, pero el trasfondo es geopolítico: el alineamiento de Brasil con los BRICS y China desafía el liderazgo global estadounidense[1][4][6][11][16].
Los aranceles de Trump impactan a 90 países, aunque la región no sale mal parada: Argentina sólo paga 10% por sus exportaciones, el mínimo en la escala impuesta por EE.UU., como gesto al gobierno de Milei[12].
Brasil versus Argentina: ¿oportunidad de oro para atraer inversiones?
Con Brasil pagando aranceles prohibitivos del 50%, muchas empresas que producían allí para el mercado estadounidense podrían mudarse a Argentina, donde la tasa es diez veces menor. Esto puede atraer inversiones industriales y agropecuarias locales, pero también pone presión:
- Argentina podría ocupar parte del espacio perdido por Brasil en EE.UU.
- Brasil redirigirá sus exportaciones (carne, café) a otros destinos, aumentando la competencia en mercados clave de Argentina y el Mercosur[7][12][17].
Expertos advierten: “En río revuelto, ganancia de pescadores, pero también más competencia y presión sobre precios en terceros mercados.” Brasil busca refugio en los BRICS y China, mientras Argentina negocia acuerdos para reducir aún más el arancel estadounidense[7][19].
Un nuevo orden comercial (o desorden): adiós al universalismo, hola al bilateralismo
Trump plantea el “fin del multilateralismo” y el comienzo de un mundo de reglas a medida, con aranceles diferenciados según intereses y alianzas. Esto desafía todos los principios de la OMC y genera una fragmentación donde los tratados bilaterales y los bloques de intereses (como BRICS, UE, Mercosur, EFTA) tienen el protagonismo[14][19].
El resultado: “El comercio global no está cayendo, pero cambia de sociedad: crece entre aliados y se frena entre rivales. La globalización sin barreras queda en pausa; el futuro dependerá de pactos flexibles y reformas en los bloques, como Mercosur y UE[14][18][9].”
Mercosur: sobrevivir exige reformas y acuerdos con terceros
La guerra de aranceles acelera el debate sobre la flexibilidad del Mercosur, urgido de romper el “corset” del arancel externo común y facilitar acuerdos bilaterales con potencias como EE.UU. y la UE. Argentina promueve reducir el arancel externo y modernizar normas para facilitar inversiones[13][8][18]. Si no se adapta, el Mercosur podría perder peso frente a otros bloques internacionales. El reciente acuerdo con EFTA y la ampliación de excepciones apunta en esa dirección[8][13].
¿Quién gana, quién pierde?
- Brasil: Pierde mercado, enfrenta barreras récord y acelera la búsqueda de alianzas en el Sur Global.
- Argentina: Puede captar inversiones y acceder a EE.UU. con mejores condiciones, pero enfrenta competencia en otros destinos por el “exceso” brasileño.
- EE.UU.: Consigue respaldo político interno y cambia las reglas, aunque corre el riesgo de represalias y fragmentación comercial.
- Mundo: Se fragmenta, con bloques de aliados, reglas flexibles y mayor incertidumbre en el comercio internacional.
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Fuente: La Red – La Red Rural | Marcelo Elizondo | Infobae | BBC | Página/12 | CNN | El País | Aduana News | FMI | Expansión | La Nación | Nodal | Escenario Mundial.




















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