El jefe de campaña de La Libertad Avanza en Córdoba, Gabriel Bornoroni, habló desde el búnker ubicado en el hotel Orfeo Suits y aseguró que existe “una tendencia positiva a favor de La Libertad Avanza en Córdoba”. Con un tono de euforia moderada, el diputado libertario y figura cercana al oficialismo nacional se mostró optimista sobre el resultado electoral en la provincia, aunque evitó dar precisiones concretas sobre la diferencia con la fuerza Provincias Unidas, liderada por el gobernador Martín Llaryora y el ex mandatario Juan Schiaretti.
“Hay una tendencia positiva a favor de La Libertad Avanza en Córdoba. Pido a los fiscales que sigan trabajando”, expresó Bornoroni ante la prensa, destacando que el equipo continuará con el monitoreo de las mesas mientras avanza el escrutinio provisorio. El dirigente se comprometió a ofrecer una nueva conferencia cuando las cifras estén confirmadas, evitando así pronunciarse sobre posibles porcentajes o resultados parciales.
En un contexto de fuerte disputa política en el centro del país, el discurso de Bornoroni busca instalar una narrativa de avance libertario en una de las provincias históricamente vinculadas al peronismo federal. Córdoba, gobernada por el oficialismo provincial desde hace más de dos décadas, se ha convertido en un escenario clave para medir la capacidad de expansión de La Libertad Avanza fuera del área metropolitana y en territorios donde la estructura política local tiene un peso propio.
Las palabras del jefe de campaña pueden leerse como un intento de sostener el ánimo de los militantes y fiscales en una elección marcada por la paridad. En un clima de expectativas cruzadas, la referencia a una “tendencia positiva” parece más un mensaje de motivación interna que una afirmación basada en datos concretos. Sin cifras oficiales que respalden el optimismo, Bornoroni eligió el camino del cálculo político: celebrar el impulso sin asumir el costo de una declaración que pueda desmentirse con el correr de las horas.
La presencia de Bornoroni en el comando de campaña de La Libertad Avanza, instalado en el tradicional hotel Orfeo Suits, reflejó además el despliegue del aparato libertario en la provincia, donde el espacio busca consolidar su presencia en el Congreso. Los referentes locales confían en repetir el buen desempeño de Javier Milei en las elecciones presidenciales del año anterior, cuando Córdoba se mostró como uno de los distritos más favorables al libertarismo.
Mientras tanto, en el entorno del gobernador Llaryora predomina la cautela. Desde Provincias Unidas, la consigna es esperar los resultados oficiales y evitar responder a declaraciones que puedan tensar el clima político. Los equipos de ambos espacios coinciden en que la participación electoral fue más baja que en otras ocasiones, un dato que podría incidir en el reparto final de bancas.
Bornoroni insistió en su pedido a los fiscales para que “sigan trabajando” hasta que se confirme la tendencia. La frase, más que una instrucción técnica, sonó como una exhortación política en un momento donde el conteo de votos aún se encuentra en desarrollo y los ánimos están en ebullición. La prudencia del mensaje no oculta el objetivo de fondo: instalar en los medios la idea de un triunfo libertario antes de que hablen las urnas.
En el tablero nacional, Córdoba representa un termómetro político de primer orden. Un buen desempeño de La Libertad Avanza en esta provincia fortalecería el relato del gobierno nacional sobre la supuesta consolidación del “cambio cultural”, mientras que un resultado adverso pondría en cuestión la capacidad de Milei de mantener el apoyo del electorado del interior productivo. Por eso, las palabras de Bornoroni deben leerse en clave estratégica: un movimiento de comunicación pensado para condicionar la lectura posterior de los resultados.
En definitiva, el optimismo del jefe de campaña cordobés revela tanto la confianza del oficialismo nacional como su necesidad de construir una sensación de triunfo anticipado. La “tendencia positiva” de la que habla Bornoroni puede ser real o simplemente una pieza más en la maquinaria discursiva de un espacio que, acostumbrado al marketing político, entiende que en la era de la percepción las declaraciones pueden pesar tanto como los votos.
Fuentes: cba24n.com.ar, La Mañana de Córdoba, La Nueva Mañana, Letra P.
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