El mapa electoral de La Pampa volvió a dividirse en dos, reflejando una tensión que atraviesa todo el país: mientras el peronismo logró retener la capital provincial, Santa Rosa, La Libertad Avanza se impuso en General Pico, el histórico bastión de Carlos Verna. La lectura política no deja margen para el triunfalismo: la ola libertaria sigue golpeando con fuerza incluso en distritos de fuerte tradición justicialista.
Con el 90% de los votos escrutados a nivel provincial, el Frente Defendemos La Pampa se impone con el 44,6 % (81.544 votos) frente al 43,5 % (79.632 votos) obtenido por La Libertad Avanza. Según los datos extraoficiales difundidos por Avances, la lista encabezada por Abelardo Ferrán y Varinia Marín logra revertir la tendencia inicial y se queda con los dos escaños en juego. En tercer lugar aparece Cambia La Pampa, con 8,6 % (15.710 votos), seguido por el Frente de Izquierda, con 2,1 % (3.781 votos). Los votos nulos alcanzan el 1,9 % (3.547), y la participación supera el 65 % del padrón provincial.
En la capital pampeana, con el 93,4 % de las mesas escrutadas, los datos arrojan un 49,2 % para la lista de Ferrán y Marín (29.854 votos). En segundo lugar se ubica La Libertad Avanza con el 39,8 % (24.162 votos). Cambia La Pampa, con la UCR a la cabeza, quedó muy atrás con el 7 % (4.234 votos). Ese triunfo le da aire al peronismo en Santa Rosa, pero la alegría se enfría rápidamente al mirar hacia el norte.
En General Pico, el panorama fue inverso. Con el 100 % de las mesas escrutadas, La Libertad Avanza logró un 48,7 % (18.200 votos) contra el 40,1 % (14.985 votos) del Frente Defendemos La Pampa. Allí gobierna la intendenta peronista Fernanda Alonso, y allí mismo el exgobernador Carlos Verna había anticipado un triunfo del PJ. La realidad le dio la espalda. El frente Cambia La Pampa, por su parte, quedó tercero con el 7,9 % (2.965 votos).
La derrota en Pico no es menor. Es el epicentro político del vernismo, un espacio que históricamente sostuvo al justicialismo provincial y que ahora, por primera vez en años, quedó teñido del color violeta libertario. La imagen de Verna anunciando un triunfo que no llegó expone el desgaste del aparato territorial del PJ y la dificultad para conectar con un electorado desencantado. El dato más preocupante es que el voto castigo no vino por derecha tradicional, sino por el nuevo populismo antiestatal que Milei representa.
El contraste entre Santa Rosa y Pico sintetiza la crisis de identidad del peronismo pampeano: un partido que conserva su estructura, pero pierde mística y capacidad de movilización. En la capital, el voto peronista resistió gracias a un entramado de gestión municipal y cercanía con los sectores medios, mientras que en el interior la prédica del ajuste, el odio a “la casta” y la antipolítica encontró terreno fértil. La victoria libertaria en Pico es también un mensaje a Buenos Aires: el relato del “orden fiscal” cala incluso donde el Estado era sinónimo de progreso.
A nivel nacional, el resultado en La Pampa encaja en la tendencia general: un gobierno nacional con creciente presencia territorial, apoyado en el enojo social y en el vaciamiento de la política tradicional. El voto a Milei en el interior pampeano expresa algo más que ideología: es un grito de hartazgo frente a la pobreza, la falta de oportunidades y la sensación de que nada cambia, gobierne quien gobierne. Sin embargo, las promesas libertarias de “liberar las fuerzas del mercado” chocan con una realidad de inflación persistente, salarios pulverizados y ajuste sobre los sectores productivos.
El gobernador local y los dirigentes del PJ intentan mostrarse optimistas, pero el golpe es evidente. El justicialismo pampeano, que durante décadas fue sinónimo de estabilidad, empieza a mostrar grietas profundas. El “milagro Milei” en General Pico no es un hecho aislado: es el síntoma de un país que se reconfigura, donde los símbolos tradicionales del poder político se desmoronan al ritmo del descontento.
La elección deja una conclusión incómoda para todos los sectores: el peronismo ganó en Santa Rosa y se impone por escaso margen en el total provincial, pero perdió su corazón político en Pico. Y en política, cuando se pierde el corazón, no hay capital que alcance.
Fuente
.https://www.laarena.com.ar/la-pampa/el-pj-gana-en-santa-rosa-pero-pierde-en-pico-2025102619440





















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