¡El libertario Martín Menem tuvo que salir corriendo en La Rioja!

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El presidente de la Cámara de Diputados y dirigente libertario Martín Menem vivió un incómodo momento en su provincia natal, La Rioja, cuando un grupo de vecinos lo increpó en plena vía pública y lo obligó a retirarse apurado, entre gritos y reproches. El episodio, registrado en video, rápidamente se viralizó en redes sociales y volvió a poner en evidencia el creciente malestar social hacia los representantes del gobierno de Javier Milei.

El hecho ocurrió el lunes por la tarde en la Plaza 25 de Mayo, en pleno centro riojano. Menem se encontraba participando de una actividad política cuando un vecino le gritó: “¿Dónde está el tres por ciento? ¡Chorro, cara dura, te hacés el guapo pelotudo!”. El libertario, visiblemente molesto, respondió desafiante: “¿Qué dijiste? Vení decímelo en la cara”. En cuestión de segundos, el hombre se acercó decidido, mientras otros presentes comenzaron a filmar. Al ver que el clima se tensaba, Menem retrocedió y terminó alejándose del lugar entre gritos y abucheos. “Se hizo el canchero y tuvo que salir corriendo para que no lo fajen”, se escucha decir a uno de los testigos en el video que circula en redes.

El escrache, espontáneo y sin violencia física, reflejó el creciente descontento que también se percibe en otras provincias hacia los dirigentes de La Libertad Avanza. En el caso de Menem, la bronca parece concentrarse en la sospecha de manejos poco claros con fondos públicos, expresada en el reclamo repetido de “¿Dónde está el tres por ciento?” en clara referencia a Karina Milei.



Martín Menem es sobrino del expresidente Carlos Menem e hijo del exsenador Eduardo Menem. Llegó a la presidencia de la Cámara de Diputados impulsado por Javier Milei y representa uno de los vínculos más directos entre la vieja estructura política riojana y el actual oficialismo libertario. Su ascenso, marcado por un discurso de austeridad y moralización del gasto público, contrasta con los escándalos que salpican al gobierno nacional por negocios con criptomonedas, contrataciones irregulares y denuncias de enriquecimiento ilícito.

La secuencia del escrache —difundida por medios locales y portales nacionales— muestra a Menem intentando sostener su imagen de “duro”, pero acorralado por la bronca popular. A diferencia de otros tiempos, el apellido Menem ya no genera respeto ni admiración en La Rioja, sino desconfianza y malestar. Lo que antes fue sinónimo de poder ahora se asocia con los privilegios de una casta que el propio Milei prometió combatir y que hoy gobierna el país.

El incidente no sólo pone en evidencia la pérdida de respaldo del oficialismo en su propio territorio, sino también el desgaste acelerado de la narrativa libertaria. Los que antes gritaban “¡Viva la libertad, carajo!” hoy le exigen a sus dirigentes que rindan cuentas. Y en ese espejo de desilusión, Martín Menem encarna la contradicción más visible: el político que se dice distinto, pero corre igual que los de siempre cuando la calle le pide explicaciones.

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