La fiscal federal Ana Russo solicitó que un suboficial del Batallón 601 de Comunicaciones Satelitales sea llevado a juicio oral por abusar de dos soldadas voluntarias, en un caso que desnuda la violencia estructural y la impunidad dentro de las fuerzas armadas.
El acusado ya tenía antecedentes por el abuso de una adolescente y, según la fiscalía, utilizó su jerarquía para someter, hostigar y amenazar a dos mujeres que iniciaban su carrera militar. Los episodios ocurrieron en la propia oficina de mando del Ejército en City Bell.
La denuncia contra un suboficial del Batallón de Comunicaciones Satelitales 601 del Ejército en City Bell vuelve a poner bajo la lupa el clima de impunidad que atraviesa a las fuerzas armadas en Argentina. La fiscal federal Ana Russo pidió que el acusado sea llevado a juicio oral y público por delitos gravísimos: incumplimiento de deberes de funcionario público, abuso sexual gravemente ultrajante, amenazas coactivas y abuso de autoridad contra dos soldadas voluntarias, identificadas como E.S.G. y L.E.B.
Los hechos revelan un patrón de poder y violencia. En el caso de E.S.G., los abusos ocurrieron en reiteradas ocasiones entre noviembre de 2022 y febrero de 2023, nada menos que dentro de la Oficina de Comando de Servicio. Allí, según la fiscal, el suboficial levantaba la remera de la víctima, la tocaba de manera lasciva, le intentaba besar la boca y el cuello y hasta la empujaba contra su cuerpo para forzarla a sentir su erección. El hostigamiento no se limitaba al plano físico: también exigía fotos íntimas por WhatsApp, advirtiendo que, si hablaba, usaría su rango para darla de baja del Ejército.
La segunda víctima, L.E.B., sufrió un hostigamiento de otro tipo pero con la misma lógica de dominación. El acusado le enviaba mensajes insinuantes, le preguntaba por su ropa interior y le pedía encuentros sexuales. Frente a la negativa, la amenaza volvía a aparecer: si ella contaba lo que ocurría, sería expulsada del Batallón.
La fiscal Russo también recordó que este suboficial ya había sido condenado por abuso sexual contra una adolescente de 14 años, por lo que estuvo detenido entre 2009 y 2011. Pese a ese antecedente, el Ejército lo mantuvo en funciones, exponiendo a más mujeres a su violencia. El caso, lejos de ser un hecho aislado, muestra lo que la fiscal definió como un marco de desigualdad estructural de género dentro de la institución militar, donde la jerarquía se transforma en una herramienta de sometimiento.
Este proceso judicial no solo debe enfocarse en la responsabilidad penal individual, sino también en las condiciones que hacen posible la reproducción de estos crímenes en espacios donde las víctimas dependen laboral y jerárquicamente de sus agresores. El Estado, bajo el gobierno de Javier Milei, tiene una obligación indelegable: garantizar entornos seguros para las mujeres dentro de las fuerzas armadas. Sin embargo, el desmantelamiento de políticas de género y la indiferencia oficial frente a las denuncias refuerzan una sensación de abandono e impunidad.
La solicitud de enjuiciamiento de Russo abre la puerta a un juicio que no solo debe sancionar a un abusador reincidente, sino también visibilizar un sistema que, en lugar de proteger a las mujeres, las expone a la violencia más brutal. La pregunta que queda en el aire es si habrá voluntad política para enfrentar de raíz una cultura machista enquistada en las instituciones armadas, o si, una vez más, se optará por el silencio cómplice.
Fuente:
.https://www.pagina12.com.ar/858707-piden-enjuiciar-a-un-suboficial-por-abusar-de-dos-voluntaria




















Deja una respuesta