La “motosierra” libertaria no sólo devastó la educación y la ciencia, también arrasó con las Fuerzas Armadas. El supuesto gobierno que prometía “dignificar” a los militares los hundió en una crisis inédita: este año ya pidieron la baja más de 2.200 efectivos entre Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
La Marina es la más castigada, con sueldos que apenas superan los 590.000 pesos para un marinero de segunda, menos que lo que puede ganar un chofer de Uber en una semana. La situación es tan insostenible que el propio ministro de Defensa y candidato, Luis Petri, tuvo que convocar de urgencia al almirantazgo para intentar frenar una sangría de profesionales que se van al sector privado, a las fuerzas provinciales o, directamente, al desempleo.
La escala salarial oficial es un escándalo. Un teniente de navío con enorme responsabilidad cobra apenas un poco más de 1.000.000 de pesos, mientras que un subteniente no llega a los 800.000. Montos irrisorios frente a la inflación, el costo de vida y las exigencias permanentes de la carrera militar. El gobierno de Milei quiso disfrazar la situación con parches salariales en 2024 y 2025, pero los aumentos nunca alcanzaron para recuperar el poder adquisitivo perdido. Así, oficiales y suboficiales formados en unidades de élite, con años de experiencia y preparación en defensa nacional, abandonan la carrera porque la vocación no paga las cuentas.
Sólo en la Armada ya se registraron 234 bajas hasta julio. En el Ejército, 257 oficiales hicieron lo mismo, y en la Fuerza Aérea, 193 aviadores se sumaron al éxodo. El fenómeno es nacional: en Córdoba, por ejemplo, muchos militares optaron por incorporarse a la fuerza provincial antinarcóticos de Martín Llaryora, que paga mejor que la Nación. El resultado es un vaciamiento: se pierden recursos humanos especializados en investigación, logística y combate, sectores clave para una defensa nacional en un mundo cada vez más inestable.
En paralelo, el ministro de Defensa no logra siquiera ordenar la obra social IOSFA, ni contener la crisis en el Hospital Naval, donde ATE denunció la no renovación de contratos para más de 500 trabajadores. Mientras tanto, sigue haciendo campaña electoral con la bandera de la “modernización de las Fuerzas Armadas” que en la práctica se reduce a salarios de hambre y abandono sanitario.
El presidente que en campaña prometió “reivindicar” a los militares, hoy los expulsa a fuerza de ajuste. Su motosierra no distingue: arrasó con la educación pública, la salud, la ciencia, y ahora se lleva puesto a los uniformados. El mensaje es claro: en el país de Milei no hay futuro ni para quienes entregan su vida a la defensa nacional.
Fuente:
- https://www.lanueva.com/nota/2025-8-29-14-36-0-exodo-en-las-fuerzas-armadas-la-crisis-por-los-sueldos-que-son-mas-bajos-que-los-de-un-remisero-de-app




















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