Diputados de Unión por la Patria y del bloque Coherencia avanzaron con un proyecto de resolución para excluir al libertario de su banca y de la presidencia de la Comisión de Presupuesto, en medio de acusaciones por financiamiento narco y fraude.
El pedido se sustenta en pruebas judiciales que lo vinculan con el empresario detenido Federico “Fred” Machado y con aportes provenientes del narcotráfico. Crece la tensión en el Congreso mientras el gobierno de Javier Milei guarda silencio frente a un hecho que erosiona la credibilidad institucional.
La figura de José Luis Espert quedó envuelta en un huracán político y judicial que amenaza con dinamitar su permanencia en la Cámara de Diputados. Un grupo de legisladores encabezados por Victoria Tolosa Paz y Agustina Propato presentó un proyecto de resolución para expulsarlo por “inhabilidad moral”, con el respaldo de 28 firmas pertenecientes a Unión por la Patria y al bloque Coherencia, integrado por exlibertarios que supieron compartir espacio con él. El detonante: las crecientes evidencias que lo vinculan con aportes financieros provenientes del narcotráfico.
La acusación no es liviana ni se reduce a rumores. Una investigación en un tribunal de Texas reveló transferencias, vuelos privados y hasta vehículos cedidos por Federico “Fred” Machado, empresario detenido por narcotráfico y fraude, a favor de las campañas políticas de Espert en 2019 y 2021. Entre las pruebas figura un giro de 200 mil dólares desde un fideicomiso compartido con la empresaria Debra Mercer-Erwin, hoy condenada a 16 años de prisión por narcotráfico y lavado de dinero. No se trata de un simple ruido mediático: son documentos judiciales que, en cualquier democracia seria, habrían alcanzado para inhabilitar de inmediato a un funcionario.
Sin embargo, en la Argentina de Javier Milei, el libertario sigue presidiendo la Comisión de Presupuesto, nada menos que el espacio donde se define la “ley de leyes” para 2026. “Espert no puede seguir al frente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados y tampoco debería seguir ocupando una banca”, lanzó sin vueltas la diputada Sabrina Selva. La contundencia de las declaraciones atraviesa bloques y pone sobre la mesa un dilema institucional: ¿cómo sostener un debate sobre las cuentas públicas cuando la presidencia recae en alguien acusado de recibir financiamiento narco?
La respuesta del propio Espert fue minimizar el asunto y catalogarlo como parte de una “campaña sucia”. Pero la réplica del jefe de bloque de UxP, Germán Martínez, fue letal: “La única campaña sucia es la que él hizo con plata del narco en 2019 y en 2021. No se trata de un invento: se trata de pruebas”. Las palabras retumbaron en un Congreso donde el oficialismo libertario, hasta ahora, eligió mirar hacia otro lado. La omisión de Milei y su entorno no hace más que profundizar la crisis de credibilidad, mostrando un doble estándar que castiga a opositores con mano de hierro pero protege a los aliados aunque estén manchados hasta el cuello.
El artículo 66 de la Constitución Nacional faculta a la Cámara a excluir a un legislador por “inhabilidad moral”. Los diputados que impulsan la expulsión sostienen que esa figura encaja perfectamente en el caso Espert, cuyas conexiones con redes criminales ya son de público conocimiento. Y aunque el trámite parlamentario no será sencillo, el debate desnuda una verdad incómoda: la alianza gobernante de Milei está dispuesta a tolerar lo intolerable con tal de mantener el control político en comisiones estratégicas.
En los pasillos del Congreso, algunos se preguntan si el gobierno no mide el costo institucional que esto acarrea. Mantener a Espert al frente de Presupuesto es avalar que la discusión sobre los recursos del Estado se realice bajo la sombra del narcotráfico. Y en un país asfixiado por la inflación, la pobreza y el hambre, esa sombra no solo mancha, también hiere de muerte la confianza ciudadana en las instituciones.
El caso Espert no es un episodio aislado, sino un síntoma de la degradación política que trajo consigo el proyecto de Milei: un experimento libertario que prometía moralizar la política, pero que hoy exhibe complicidades con intereses oscuros. La pregunta ya no es si Espert puede seguir en su banca, sino cuánto más está dispuesto el oficialismo a hundir la credibilidad del Congreso con tal de salvar a uno de los suyos.
Fuente
.https://www.pagina12.com.ar/861833-piden-la-expulsion-de-espert-de-diputados





















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