Marcela Pagano denuncia a Francos de cobrar sueldos millonarios en el directorio de YPF

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La diputada nacional Marcela Pagano, integrante de La Libertad Avanza, destapó una bomba política dentro del propio oficialismo: Guillermo Francos, jefe de Gabinete y uno de los hombres más poderosos del gobierno de Javier Milei, cobra hasta 180.000 dólares mensuales como parte del Directorio de YPF, la petrolera estatal controlada por el propio Estado.

La revelación expone el verdadero rostro del “austericidio libertario”: mientras el Gobierno ajusta jubilaciones, universidades, hospitales y programas sociales, sus principales funcionarios acumulan sueldos de privilegio en empresas públicas.

Pagano lo explicó sin rodeos: “El Directorio de YPF se otorgó aumentos millonarios. En 2023 repartieron $2.088 millones en honorarios; en abril de 2024, con el aval del Estado —que tiene el 51 % de las acciones—, quintuplicaron esos honorarios, pasando a $10.190 millones. En julio de 2025 vino un nuevo aumento del 7,5 % en dólares, llevando los ingresos a unos 74 mil dólares mensuales por director”.

Pero el dato que desató la tormenta fue aún más escandaloso: según la propia legisladora, Francos —designado como director titular de YPF por la Clase A, en representación del Estado— llega a percibir 180.000 dólares mensuales, un número que pulveriza el discurso de austeridad que el gobierno libertario repite como mantra.

“Que publique el documento donde consta que renunció a su sueldo”, exigió Pagano, apuntando también a José Rolandi, segundo de Francos en la Jefatura de Gabinete y otro de los beneficiarios del esquema.



El doble discurso libertario

Mientras el presidente Milei exige “sacrificio” y “ajuste” a jubilados, docentes y trabajadores, su círculo más cercano vive en la abundancia del poder. El contraste es brutal: el Gobierno congeló los fondos del Hospital Garrahan, eliminó programas de asistencia a personas con discapacidad y redujo drásticamente los presupuestos universitarios, pero avaló sueldos de lujo en el corazón de una empresa estatal.

El caso Francos derrumba la retórica del “fin de la casta”. Porque la “casta”, como señala Pagano con ironía, no desapareció: se mudó a YPF. En vez de dinamitar los privilegios, el gobierno los redistribuyó entre sus propios funcionarios.

El funcionario, que se muestra como el rostro “moderado” del oficialismo y el encargado de tender puentes con gobernadores e intendentes, aparece ahora como símbolo del doble estándar libertario: predicar la austeridad, pero vivir como un magnate a costa del Estado.



La respuesta oficial de Francos

Ante las preguntas formales de diputados nacionales en el Congreso (Expediente Pregunta N.º 1860), la Jefatura de Gabinete envió una respuesta oficial en la que negó que tanto Francos como su vicejefe José Rolandi perciban remuneraciones por integrar el Directorio de YPF.

El documento señala textualmente:

> “El Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, no percibe ninguna remuneración por ejercer su función como director de YPF. De igual forma, el Vicejefe de Gabinete Ejecutivo, José Rolandi, no percibe remuneración por ejercer su función como director de YPF.”


Además, la respuesta oficial remite al listado público de integrantes del Directorio, disponible en el sitio web de la compañía, donde se puede acceder a la trayectoria de cada uno.

Sin embargo, la aclaración oficial no despeja las dudas políticas ni la desconfianza pública: la respuesta evita precisar si los directores del Estado renunciaron formalmente a sus honorarios, o si estos se acumulan en cuentas separadas, tal como ocurre en otros organismos del sector público.

El contraste entre la negativa formal y los números expuestos por Pagano alimenta aún más la polémica, dejando en evidencia un vacío de transparencia en torno al manejo de los cargos y las remuneraciones dentro de la petrolera estatal.



Fisuras internas y crisis de credibilidad

La denuncia no solo revela una obscena desigualdad dentro del aparato estatal, sino que profundiza las tensiones internas dentro de La Libertad Avanza. En los pasillos del Congreso ya se habla de un quiebre entre los sectores que reclaman coherencia con el discurso anticasta y aquellos que, como Francos, defienden los “privilegios estratégicos” bajo la excusa de la “eficiencia”.

La contradicción es insostenible: mientras los argentinos ven desplomarse sus ingresos y su calidad de vida, el jefe de Gabinete se convierte en uno de los funcionarios mejor pagos del país, embolsando en un mes lo que un trabajador promedio no gana en toda su vida laboral.

Pagano sintetizó el absurdo en una sola frase: “No hay plata para los discapacitados, para el Garrahan ni para los jubilados, pero sí para Mr. Casta Francos”.

En un contexto de ajuste brutal, recesión y pobreza creciente, el escándalo en YPF es más que un dato salarial: es una radiografía del poder libertario, donde el sacrificio es para los demás y el privilegio, para los propios.

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