El presidente, en plena campaña, volvió a atacar al kirchnerismo, ignoró las denuncias de corrupción que pesan sobre su gobierno y terminó admitiendo, en un furcio, lo que intentaba negar.
Javier Milei eligió Junín para relanzar su prédica electoral, pero la jornada estuvo lejos de ser un acto de fuerza política: el presidente fue recibido por un fuerte cacerolazo, una multitud de manifestantes y un clima de creciente rechazo social. Entre insultos al kirchnerismo, amenazas contra el gobernador Axel Kicillof —a quien volvió a llamar “enano comunista”— y la promesa de “clavar el último clavo al cajón del kirchnerismo”, Milei cometió un fallido que lo expuso como pocas veces: “Están molestos porque les estamos afanando los choreos”.
El evento, realizado en el Teatro San Carlos, estuvo rodeado de un operativo de seguridad que apenas pudo contener los cruces entre militantes libertarios y manifestantes opositores. Mientras adentro Milei era vitoreado por su núcleo duro, afuera la protesta crecía con gremios, organizaciones sociales y vecinos que rechazaban el ajuste.
Lo acompañaron Karina Milei, con un discurso errático, y Sebastián Pareja, armador libertario en la provincia de Buenos Aires. También se hizo presente José Luis Espert, que respondió con insultos y gestos amenazantes a quienes lo increpaban en la calle.
En su intervención, Milei insistió en presentarse como líder mesiánico de “el mejor gobierno de la historia”, pero evitó cualquier referencia a las graves denuncias de corrupción y coimas que envuelven a su gestión. Prefirió, como es habitual, cargar contra la “casta” y reducir todo a la confrontación con el kirchnerismo.
Sin embargo, fue su propio inconsciente el que lo traicionó: al afirmar que “están molestos porque les estamos afanando los choreos”, el presidente terminó reconociendo lo que niega en público y que la Justicia ya investiga. Un lapsus que dejó mudo a parte de su auditorio y que rápidamente se viralizó en redes como la confirmación más brutal de lo que intenta ocultar.
El episodio en Junín desnuda la fragilidad de un relato que se desmorona: Milei necesita gritar más fuerte para disimular el descontento social que crece en las calles, mientras las causas judiciales avanzan y su propio discurso lo delata.
Fuente:
- https://www.tiempoar.com.ar/ta_article/milei-fue-recibido-con-protestas-y-tuvo-un-fallido-estan-molestos-porque-les-estamos-afanando-los-choreos/



















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