Kicillof denunció que Milei “le robó al pueblo bonaerense” y presentó el Presupuesto 2026

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El gobernador bonaerense presentó el Presupuesto 2026 con duras críticas al presidente Javier Milei. Denunció que la Nación retiene el 70 % de los recursos generados por la Provincia, mientras Buenos Aires recibe apenas el 7 % de la coparticipación. Acusó al Gobierno nacional de incumplir leyes y desfinanciar áreas clave como educación, salud y seguridad.

En un discurso cargado de contenido político y económico, Axel Kicillof aseguró que el Gobierno nacional “le robó al pueblo de la provincia de Buenos Aires”. Lo hizo durante la presentación del Presupuesto 2026, acompañado por su gabinete y legisladores del oficialismo. Denunció la marginación política de la Provincia, la paralización de obras y el ahogo financiero que sufren los municipios.

El Salón Dorado de la Gobernación bonaerense fue el escenario donde Axel Kicillof elevó el tono contra la administración de Javier Milei. Allí, rodeado de intendentes, legisladores y funcionarios, el gobernador presentó el proyecto de Presupuesto 2026 junto a la Ley Impositiva y la Ley de Financiamiento. Pero el anuncio trascendió lo técnico: se transformó en una denuncia política contra el gobierno central por lo que calificó como un “robo al pueblo bonaerense”.

Con la serenidad de un profesor que explica cifras pero el enojo de un dirigente que se sabe perjudicado, Kicillof apuntó directo: “La Provincia aporta el 38 % de todos los recursos nacionales, y de ese total, el 70 % se queda el Gobierno nacional. La Provincia está discriminada, solo recibe el 7 % de la masa coparticipable. Por eso voy a pedir acompañamiento a la Legislatura para reclamar por las deudas”. No fue una frase aislada: fue una acusación que sintetiza meses de tensiones entre la Casa Rosada y la Gobernación de Buenos Aires.

El gobernador no ahorró definiciones políticas. Enfatizó que el Ejecutivo nacional no solo discrimina en la distribución de fondos, sino que incumple obligaciones legales para apropiarse de recursos que pertenecen a la Provincia. “El Presidente podrá tener su ideología, pero dejar afuera a 17 millones de bonaerenses es una pésima idea. Agrede al federalismo y a la democracia”, disparó, en alusión al reciente encuentro de Milei con los gobernadores al que Buenos Aires fue deliberadamente excluida.

El tono de Kicillof fue más de confrontación que de conciliación. Desde el comienzo del acto, el ministro de Economía, Pablo López, explicó los fundamentos del paquete legislativo, pero el gobernador centró su intervención en la necesidad de refinanciar la deuda provincial y en las consecuencias del desfinanciamiento nacional. “Hemos tenido un manejo absolutamente virtuoso de la deuda, reduciendo su peso sobre el producto bruto. Si no logramos refinanciar, ese peso recaerá sobre las erogaciones del Presupuesto”, advirtió, dejando claro que la restricción de recursos puede afectar áreas sensibles como educación, salud y obra pública.

La denuncia de Kicillof no es nueva, pero cobra una dimensión más grave en el contexto actual: un gobierno nacional que concentra los recursos mientras recorta fondos esenciales. En su discurso, el mandatario enumeró los principales recortes de la administración Milei: el Fondo de Seguridad, el Fondo Compensador del Transporte, el Fondo para las Jubilaciones, el FONID y la paralización de obras y viviendas. Según su planteo, estas medidas no son simples ajustes técnicos sino decisiones políticas que golpean directamente a los sectores más vulnerables y deterioran la calidad de vida en la provincia más poblada del país.

“El Gobierno nacional le robó al pueblo de la provincia de Buenos Aires”, reiteró con énfasis. La frase, cargada de contenido emocional, condensó la bronca acumulada de una gestión que se siente castigada por razones ideológicas. Porque detrás del lenguaje técnico de los presupuestos, lo que se discute es poder, autonomía y justicia distributiva.

El proyecto presentado incluye una inversión de capital total de 3,2 billones de pesos, con el objetivo de sostener la obra pública como motor del desarrollo provincial. Kicillof reivindicó el rol del Estado como generador de empleo y promotor de derechos, en contraposición al discurso libertario que demoniza la intervención estatal. “La obra pública no es gasto, es inversión en calidad de vida, en rutas, en escuelas, en hospitales”, afirmó, defendiendo programas emblemáticos como Escuelas a la Obra, la reurbanización de barrios populares y los planes hídricos del Gran La Plata y Bahía Blanca-Coronel Rosales.

En materia de protección social, el Presupuesto prevé una inversión de 1,7 billones de pesos, destinada a programas alimentarios y asistencia a los sectores más postergados. En salud, se proyecta un monto similar, priorizando infraestructura hospitalaria, equipamiento y la continuidad del Instituto Provincial del Cáncer. Para educación, el monto alcanzará los 1,3 billones, con foco en la ampliación de la jornada completa, la obligatoriedad desde los tres años y la finalización de obras educativas abandonadas por la Nación.

Estas cifras no solo evidencian prioridades distintas respecto del Gobierno nacional, sino que plantean una concepción opuesta del rol del Estado. Mientras Milei predica el ajuste y la privatización, Kicillof insiste en la inversión pública como herramienta de inclusión. “Necesitamos tener las leyes. Es imperioso e importantísimo”, subrayó, pidiendo acompañamiento legislativo para aprobar el Presupuesto, la Ley Impositiva y la de Financiamiento.

Sobre esta última, el gobernador explicó que su objetivo es mantener la deuda provincial en niveles sostenibles y, al mismo tiempo, crear un Fondo de Fortalecimiento de la Inversión Municipal. Esa medida busca garantizar que los municipios puedan continuar con obras de infraestructura prioritarias, en un contexto donde los envíos nacionales se redujeron drásticamente.

La Ley Impositiva 2026, por su parte, apunta a “reconocer el esfuerzo de los sectores productivos y no incrementar la carga tributaria”. Kicillof sostuvo que la Provincia mantendrá la estructura impositiva, eliminando distorsiones heredadas del año anterior y priorizando a las MiPyMES, el corazón de la economía bonaerense. En una economía nacional golpeada por la recesión y la inflación, esta medida aparece como un intento de equilibrar justicia fiscal y estímulo productivo.

Más allá de la exposición de números, la presentación se leyó como un mensaje político al Gobierno nacional. Kicillof buscó posicionarse no solo como gobernador, sino como defensor de los intereses del pueblo bonaerense frente a un poder central que, según su visión, gobierna para los mercados y los acreedores externos. La tensión entre Nación y Provincia quedó al descubierto: mientras Milei promueve un modelo de concentración financiera, Kicillof defiende la inversión estatal, el federalismo y la redistribución.

La dimensión simbólica del acto fue evidente. A su lado estuvieron la vicegobernadora Verónica Magario, el ministro de Gobierno Carlos Bianco y el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Alexis Guerrera. Todos respaldaron un discurso que, lejos de la tibieza, fue un alegato contra la exclusión política y económica de Buenos Aires. “Dejar afuera a la provincia más grande, productiva y poblada del país es un error histórico”, enfatizó Kicillof.

Su mensaje final combinó diagnóstico y advertencia. “La Provincia está discriminada”, repitió. “Vamos a reclamar con fuerza lo que nos corresponde”. El tono de reclamo deja entrever un conflicto institucional que puede escalar si la Casa Rosada no revisa su política de distribución de fondos. En tiempos en que el gobierno de Milei promueve un ajuste feroz y desmantela programas sociales, el gobernador bonaerense se presenta como una voz disonante que reivindica el federalismo real y el derecho de los bonaerenses a recibir lo que producen.

La disputa entre Nación y Provincia, lejos de cerrarse, parece apenas comenzar. Mientras Milei habla de recortar, Kicillof habla de invertir. Mientras uno festeja la motosierra, el otro defiende el derecho a la obra pública. Y en el medio, millones de bonaerenses esperan que el Estado —sea provincial o nacional— no les dé la espalda.

Fuentes :
Kicillof: “El Gobierno nacional le robó al pueblo de la provincia de Buenos Aires”
https://www.gba.gob.ar/comunicacion/noticias/kicillof_el_gobierno_nacional_le_rob%C3%B3_al_pueblo_de_la_provincia_de_buenos_aires

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