Kicillof conservó los votos de septiembre: El 41% bonaerense es la principal fuerza de resistencia al ajuste libertario

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El gobernador bonaerense Axel Kicillof analizó los resultados de las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires y buscó poner en valor el desempeño de Fuerza Patria frente al avance libertario del gobierno nacional. En diálogo con Gustavo Sylvestre, el mandatario remarcó tres puntos que considera centrales: el mantenimiento del caudal de votos respecto a septiembre, el 41% obtenido —que calificó como la mejor elección de medio término desde el retorno democrático en 1983— y la incorporación de una banca más, pasando de 15 a 16 representantes. Con estos datos, Kicillof intenta instalar la idea de que el peronismo bonaerense no sólo resiste, sino que sigue siendo la principal fuerza territorial del país.

El gobernador aseguró que mantener los votos en un contexto de crisis política y económica no es menor. En su entorno destacan que, pese al desgaste del gobierno nacional, el electorado bonaerense sostuvo el respaldo a Fuerza Patria, consolidando al espacio como el núcleo duro de oposición a Javier Milei. Analistas consultados por diversos medios señalan que el resultado fue posible por la fuerte articulación de los intendentes, el despliegue territorial de las organizaciones sociales y un discurso enfocado en la defensa del trabajo, la educación y la industria nacional. En un clima de ajuste y recesión, Kicillof aprovechó la elección para presentarse como la contracara del modelo libertario.

La afirmación sobre haber alcanzado la mejor elección de medio término desde 1983 tiene un componente simbólico. No se trata solo de una cifra estadística, sino de un mensaje político hacia dentro del peronismo y hacia el gobierno de Milei. En la historia reciente, pocos gobernadores lograron sostener semejante nivel de apoyo en una elección intermedia, y menos aún en un contexto de crisis social y descontento generalizado. Kicillof aparece entonces como la figura con mayor legitimidad dentro del arco opositor, no solo por sus resultados sino por su coherencia discursiva y su resistencia frente al poder central. Su mensaje está dirigido tanto a Milei como a los sectores del propio peronismo que dudaban de su estrategia de desdoblar los comicios bonaerenses.

El dato de la banca adicional, aunque menor en apariencia, tiene también una lectura política más amplia. Significa que Fuerza Patria refuerza su presencia en el Congreso y amplía su capacidad de negociación frente al oficialismo. En un Parlamento dividido, cada voto cuenta, y Kicillof lo sabe. El gobernador busca proyectar una imagen de gestión ordenada y capacidad para generar consensos, mientras el gobierno nacional avanza con un ajuste que golpea a las provincias. En ese sentido, el resultado electoral bonaerense actúa como un freno político a las ambiciones centralistas de la Casa Rosada y demuestra que el modelo libertario encuentra resistencia en el distrito más populoso del país.

La lectura de Kicillof sobre el resultado también funciona como un análisis del humor social. El voto peronista en Buenos Aires puede interpretarse menos como una adhesión entusiasta y más como un rechazo a las políticas de Milei. El deterioro del poder adquisitivo, la quita de subsidios, la reducción del gasto en salud y educación y el impacto del ajuste sobre los sectores medios y bajos configuraron un escenario adverso para el oficialismo nacional. En ese contexto, la campaña de Fuerza Patria apeló a un mensaje de defensa de los derechos básicos, el salario y el Estado como garante del bienestar. Esa narrativa, que el gobierno intenta ridiculizar como “corporativista”, sigue siendo potente en la provincia más industrial y trabajadora de la Argentina.

El resultado bonaerense confirma, además, que el discurso libertario empieza a mostrar sus límites fuera del núcleo duro de sus votantes. Si el Mileísmo pretendía extender su hegemonía a los grandes distritos urbanos, el caso de Buenos Aires demuestra que la resistencia social sigue viva. Los movimientos sindicales, las universidades públicas y los municipios funcionan como barreras de contención frente a un proyecto que prioriza la especulación financiera sobre la producción y los derechos laborales. La provincia de Kicillof se mantiene, una vez más, como el corazón de un modelo alternativo: el de un Estado presente, un desarrollo productivo y una política que se enraíza en el territorio.

El propio gobernador interpretó el resultado como una señal de confianza popular hacia un proyecto distinto al de Milei. “Este pueblo no se resigna”, habría dicho en privado a su círculo más cercano, reafirmando su convicción de que las políticas libertarias están generando un daño profundo y que el desafío del peronismo es ofrecer una salida racional y humana a la crisis. En esa línea, Kicillof viene repitiendo que la provincia “no se gobierna con motosierra” y que “el ajuste destruye lo que después cuesta décadas reconstruir”. Su lectura apunta a convertir la estabilidad electoral en base política de un futuro frente nacional capaz de disputar la presidencia en 2027.

Lo que se desprende de esta elección es que la provincia de Buenos Aires volvió a marcar el pulso de la política argentina. Mientras el gobierno nacional festeja el respaldo del capital financiero y los elogios de Wall Street, en el conurbano y las ciudades industriales el voto popular volvió a expresarse en defensa de un modelo de producción y justicia social. Kicillof, lejos de hablar de una “derrota digna”, presenta un relato de continuidad y consolidación: el peronismo bonaerense como dique de contención frente al desmantelamiento del Estado. Su lectura política es nítida: no se trata de resistir, sino de reorganizarse. En la Argentina de Milei, esa diferencia es clave.

Los tres puntos destacados por el gobernador resumen más que un balance electoral. Son la declaración de que el poder político todavía no se ha rendido ante la lógica del mercado. Y en ese gesto, el mensaje de Buenos Aires trasciende las urnas: mientras el país se fractura entre el dólar y la pobreza, Kicillof busca mantener viva la idea de que otra Argentina sigue siendo posible.


Fuentes:
Chaves, Facundo. “Ganadores y perdedores de la elección bonaerense: la victoria de Kicillof y los intendentes, y el fracaso del armado de los Menem y Pareja.” Infobae, 7 Sep 2025. URL: https://www.infobae.com/politica/2025/09/08/ganadores-y-perdedores-de-la-eleccion-bonaerense-la-victoria-de-kicillof-y-los-intendentes-y-el-fracaso-del-armado-de-los-menem-y-pareja/

“El doble triunfo de Kicillof: el gobernador de Buenos Aires derrota a Milei y se impone ante Kirchner.” El País, 9 Sep 2025. URL: https://elpais.com/argentina/2025-09-09/el-doble-triunfo-de-kicillof-el-gobernador-de-buenos-aires-derrota-a-milei-y-se-impone-ante-kirchner.html

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