La hermana del Presidente recibió en Casa Rosada a Mauricio y María Novelli el 29 de enero de 2025, apenas 24 horas antes de la reunión donde Hayden Davis, Novelli, Terrones Godoy y Javier Milei coordinaron movimientos millonarios que la fiscalía señala como posibles “pagos indirectos a funcionarios públicos”.
La información surge de los registros oficiales de ingreso a la Casa de Gobierno enviados por la Jefatura de Gabinete a la Comisión Investigadora del caso $LIBRA. Hasta hoy, Karina Milei estaba señalada por abrir la puerta a los gestores de la estafa y participar de reuniones clave. Ahora aparece un dato nuevo: recibió a los hermanos Novelli justo antes del día en que se ejecutaron las transferencias que la fiscalía investiga como parte de un entramado de corrupción de alto nivel.
El caso $LIBRA vuelve a sacudir la escena política argentina, y esta vez con un dato que, aunque estaba a la vista en los registros oficiales, había pasado sorprendentemente desapercibido. Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y figura clave en el círculo íntimo del Gobierno, mantuvo una reunión en Casa Rosada con Mauricio Novelli y con su hermana, María Novelli, el 29 de enero de 2025. La reunión quedó asentada en los registros de ingreso y egreso remitidos oficialmente por la Jefatura de Gabinete a la Comisión Investigadora del Congreso que sigue la pista del escándalo financiero.
El detalle no es menor. María Novelli fue la misma persona que, el 17 de febrero de 2025 —primer día hábil posterior a la explosión pública del caso $LIBRA— fue registrada vaciando cajas de seguridad vinculadas a su hermano. Esa imagen se convirtió en uno de los íconos del escándalo: el intento desesperado de mover dinero mientras la justicia todavía acomodaba las primeras piezas de la investigación. Saber que ella estuvo también dentro de Casa Rosada semanas antes de ese episodio, y acompañando a uno de los presuntos engranajes centrales del esquema, agrega una dimensión adicional al caso.
Pero lo más explosivo es la proximidad temporal entre la reunión y lo que ocurrió inmediatamente después. El 30 de enero —apenas 24 horas más tarde— se concretó la reunión entre Hayden Davis, Mauricio Novelli, Terrones Godoy y el propio presidente Javier Milei. Ese encuentro marcó uno de los movimientos más críticos de toda la trama: Davis y Novelli transfirieron una suma millonaria a la “cueva cripto” identificada por la fiscalía como el canal de liquidación del dinero. Según los investigadores, esos giros “podrían constituir eventuales pagos indirectos a funcionarios públicos”.
Aunque la fiscalía evita afirmaciones categóricas y se mantiene en la línea de la prudencia investigativa, la secuencia de hechos resulta difícil de ignorar. Primero, la reunión de Karina Milei con los Novelli en Casa Rosada. Al día siguiente, el encuentro del Presidente con Davis, Novelli y Terrones Godoy. Y también ese mismo día, las transferencias millonarias cuyo destino final aún está en análisis. Todo conforma un cuadro que se vuelve cada vez más denso, más interconectado y, sobre todo, más incómodo para el Gobierno.
Hasta ahora, la posición de Karina Milei ya se encontraba comprometida por otras revelaciones de la causa. Hayden Davis declaró que ella había recibido dinero “para que Milei hiciera lo que Davis quería”. También se sabía que había sido quien les abrió la puerta de Casa Rosada a los gestores del proyecto $LIBRA y que participó de reuniones clave donde se delinearon contactos, privilegios y facilidades. Pero el vínculo directo con los Novelli —y, especialmente, la participación de María Novelli— no había quedado tan claramente expuesto hasta ahora.
El documento oficial con el registro de ingreso no deja margen de ambigüedad. Allí figuran la fecha, la hora y el motivo administrativo de la visita, y confirma que Karina Milei dedicó parte de su agenda a recibir a los dos hermanos. La información proviene del registro “Ingreso a la Casa de Gobierno – Período 2025”, entregado formalmente por Jefatura de Gabinete a la Comisión Investigadora sobre $LIBRA, por lo que su carácter público y oficial está fuera de discusión.
La pregunta inevitable es por qué la secretaria general de la Presidencia se reunió con los Novelli justo en ese momento. Y sobre todo, por qué ese encuentro antecedió por tan pocas horas al operativo de transferencias millonarias que hoy se investiga como posible ruta de pagos ilícitos. Las conexiones temporales no prueban de manera automática la comisión de un delito, pero sí obligan a mirar con lupa un entramado donde cada nueva pieza encaja de manera incómodamente precisa.
Para la Comisión Investigadora, el hallazgo abre una nueva línea de indagación. La participación de María Novelli —hasta ahora vista sólo como pieza secundaria— cobra otro valor, porque su presencia en Casa Rosada se produce antes de que se detectara su participación en el vaciamiento de las cajas de seguridad. Es decir: antes de la huida financiera, hubo un encuentro político en el corazón del poder. La coincidencia no puede ser ignorada.
El interrogante que plantea la fiscalía —si esas transferencias constituyeron “eventuales pagos indirectos a funcionarios públicos”— adquiere ahora un peso adicional. Lo que antes parecía una especulación basada en movimientos bancarios, gana un componente institucional: reuniones oficiales, registros públicos, presencia de funcionarios de primera línea y contactos directos con quienes manejaban fondos cuyo origen y destino están bajo sospecha.
La pregunta que circula hoy en el Congreso, en la oposición y en amplios sectores de la opinión pública es simple pero devastadora: ¿qué rol jugó realmente Karina Milei en todo el entramado de $LIBRA? ¿Fue una facilitadora, una participante activa o simplemente alguien que se dejó arrastrar por la influencia de su entorno? La respuesta, más temprano que tarde, deberá salir a la luz.
Lo que ya nadie puede negar es que el caso $LIBRA sigue escalando y que cada nuevo documento oficial agrega más tensión, más dudas y más exposición sobre la figura que maneja los hilos internos de la Casa Rosada: la hermana del Presidente.
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