Funcionarios reciclados del PRO aparecen en el entramado de corrupción que involucra a Karina Milei y Lule Menem
El escándalo de los audios de Diego Spagnuolo en la Agencia Nacional de Discapacidad destapó un mecanismo aceitado de recaudación ilegal que no solo salpica a la hermana del presidente y a Eduardo “Lule” Menem, sino que también deja al desnudo la supervivencia de un viejo entramado político-administrativo con raíces profundas en el PRO.
Los nombres que aparecen en los expedientes y en las filtraciones no son improvisados: se trata de funcionarios con pasado en las gestiones de Mauricio Macri en la Nación, en la Ciudad y en municipios clave como Morón y Pilar, que desembarcaron nuevamente en el Estado bajo la cobertura del mileísmo.
El caso más notorio es el de Daniel Garbellini, designado en junio de 2024 para manejar el Programa Incluir Salud, la caja más jugosa del organismo. Su nombre aparece una y otra vez en los audios, señalado como el verdadero operador que recaudaba en nombre de Lule Menem. Garbellini ya había sido funcionario en tiempos de Cambiemos y tenía como jefe a Pablo Atchabahian, exdirector del programa y procesado por facturaciones duplicadas en la sociedad estatal FACOEP. No solo dejó una causa penal abierta: según fuentes internas, se llevó los discos rígidos con registros sensibles de contrataciones y pagos. La precariedad del sistema de control era tal que las compras de medicamentos de alto costo se gestionaban por correo electrónico y planillas de Excel, un terreno fértil para negocios turbios.
Pero la red no termina allí. Spagnuolo habló de “los cinco magníficos de Garbellini”, un grupo de funcionarios que respondían a su mando directo y que se instalaron en la Andis a mediados de 2024. Entre ellos, Nicolás Darío Mizrahi, asesor legal de la Dirección de Acceso a los Servicios de Salud, con pasado en el Ministerio de Desarrollo Social, en la administración de Macri en la Ciudad y en la intendencia de Ramiro Tagliaferro en Morón. Mizrahi ya había estado bajo la lupa de la justicia por contrataciones vinculadas a la droguería Suizo Argentina, pero fue beneficiado por un archivo exprés de la causa. Otro nombre es Matías Palotti Bertola, exfuncionario de Morón durante la gestión Tagliaferro, señalado por su rol en las maniobras de fotomultas truchas y hoy convertido en pieza clave de la operatoria interna del organismo.
Claudia Restrepo, secretaria de Garbellini, también aparece mencionada como engranaje de la red, junto con los directores ejecutivos Walter Fabián Martínez y Roger Edgar Grant. Todos con pasado en distintas dependencias del macrismo, todos reciclados bajo el paraguas del mileísmo. La frase de Mauricio Macri de que “el mileísmo es fácilmente infiltrable” parece haber cobrado vida en este expediente judicial: viejos operadores del PRO se acomodaron rápidamente en las estructuras estatales para repetir las mismas prácticas que dejaron huellas de corrupción durante Cambiemos.
Los audios revelan además un patrón sistemático: la recaudación por medicamentos de alto costo, transporte e internaciones se transformó en un “kiosquito” paralelo que, según Spagnuolo, generaba entre 20 y 30 mil dólares mensuales. Todo con conocimiento, al menos indirecto, de la cúpula del gobierno. Spagnuolo asegura en las grabaciones que incluso el presidente estaba al tanto de lo que sucedía en la Andis.
La explicación del asesor Mizrahi ante la justicia suena hoy a confesión de parte: “El pago se realiza una vez entregado el medicamento, con el remito previamente conformado, no antes. Todo esto lleva asimismo un proceso de control”. La realidad, expuesta por las filtraciones, muestra que esos “controles” eran apenas una formalidad detrás de la cual se escondía un esquema de coimas aceitado.
De Pilar a Morón, de la Ciudad a la Nación, los mismos nombres, apellidos y trayectorias se repiten en una trama que desnuda cómo el macrismo logró reciclar su personal político en el Estado, ahora bajo el amparo del mileísmo. La Andis, organismo que debería garantizar derechos a las personas con discapacidad, fue convertida en botín de guerra y caja negra para negocios privados. Lo que se está investigando no es un hecho aislado: es la continuación de un modelo de gestión donde el Estado se concibe como una oportunidad de negocios para los amigos del poder.
Fuente:
- https://www.pagina12.com.ar/853792-la-larga-mano-invisible-del-macrismo-en-la-andis





















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