Las palabras de Fernando Soto, funcionario del área de Patricia Bullrich, no son un aporte jurídico ni una reflexión institucional. Son, en realidad, un operativo de salvataje político en medio de un escándalo que ya amenaza con salpicar al propio presidente Javier Milei y a su hermana Karina, la figura de poder en la trastienda de la Casa Rosada.
Al calificar el audio de Diego Spagnuolo como “armado y compaginado” y “prueba inválida”, Soto no hace otra cosa que intentar desactivar el impacto político de una filtración que, con independencia de su validez en un expediente judicial, ya genera consecuencias en la opinión pública. En otras palabras: la defensa se construye más en el terreno de la percepción social que en la rigurosidad legal.
El problema es evidente. Si el Gobierno reconoce que la grabación existe pero es “ilícita”, como deslizó Soto, admite de manera indirecta que el contenido es verosímil. Si, en cambio, sostiene que es “armado”, entonces debería probarlo con pericias técnicas independientes. Nada de eso ocurre. Lo único que aparece es un discurso defensivo que intenta sembrar dudas para evitar que la tormenta avance hacia el corazón del poder libertario.
El trasfondo es aún más delicado. El presidente Javier Milei eligió guardar silencio en su última exposición pública, y la aparición de Soto busca llenar ese vacío. Es el clásico movimiento de manual: un funcionario de segunda línea se expone con declaraciones altisonantes para proteger al líder y, sobre todo, a la hermana presidencial, cada vez más señalada como la administradora real de los negocios de la política libertaria.
El mensaje, sin embargo, no convence. La sociedad argentina carga con la experiencia de múltiples intentos de encubrimiento en casos de corrupción, y frases como “toda actuación judicial construida sobre una prueba inválida es nula” suenan a excusa más que a argumento. La Justicia, si quisiera, podría investigar por vías paralelas la veracidad del contenido. Lo que el Gobierno busca es cerrar el tema antes de que prospere en los tribunales.
En conclusión, las declaraciones de Soto revelan el verdadero temor oficial: que el caso Spagnuolo deje de ser un escándalo aislado para convertirse en un hilo que conduzca directamente a la mesa chica de los Milei. El blindaje discursivo puede servir de contención momentánea, pero no alcanza para frenar una crisis que, con cada audio filtrado, se convierte en un bumerán político difícil de controlar.
Fuente:
- https://noticiasargentinas.com/politica/funcionario-de-seguridad-dice-el-audio-de-spagnuolo-esta–armado-y-compaginado–y-como-prueba–es-invalida-_a68acb7af07adec2a2d80fec1
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