El dólar no tiene freno: el mercado ya apuesta a $1.500 en diciembre

Dólar a $1500 en diciembre
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Por Enorsai | Mientras el Gobierno apela a tasas de interés altísimas para retener los pesos en circulación, la desconfianza en los mercados se multiplica. A pesar de convalidar un rendimiento del 65% anual —más del doble de la inflación esperada— ni siquiera logró renovar todos los vencimientos de deuda en pesos. El resultado: nueva corrida y un dólar que no encuentra techo.

Corrida en cámara lenta

En la jornada de ayer, todas las cotizaciones del dólar subieron cerca de un 2%, alcanzando máximos históricos. El oficial minorista en el Banco Nación cerró en $1.325, mientras que el blue trepó a $1.320. Ambos rompieron la barrera simbólica de los $1.300, confirmando la pérdida total de anclaje de expectativas.

El esquema de bandas parece haber quedado completamente desdibujado, y el mercado ya actúa como si el techo no existiera. El propio Banco Central sigue interviniendo en el dólar futuro, incluso vendiendo contratos a precios inferiores a los de mercado. Para muchos, una muestra de desesperación.

El fantasma del traslado a precios

Según el periodista económico Juan Strasnoy, el verdadero temor del gobierno es un salto inflacionario en la previa electoral. “Están haciendo todo lo posible para evitar que el dólar dispare precios antes de octubre”, comentó. Por eso, las tasas siderales y la intervención constante. Pero el margen se achica día a día.

Fuentes de la city porteña advierten que, en el mejor de los escenarios, se permitirá una devaluación suave hasta el límite de la banda, a cambio de sostener la pax cambiaria momentánea. Sin embargo, incluso esa estrategia tendría un impacto inflacionario tardío que ya nadie podrá detener.

El mercado ya no compra el verso

El síntoma más claro del descreimiento es el precio del dólar en los contratos a futuro. Los traders ya pactan diciembre a $1.500, una cifra que desmiente cualquier relato oficial sobre estabilidad. La economía real sigue planchada, pero el termómetro financiero marca fiebre.

En ese contexto, la política económica de Javier Milei se muestra cada vez más limitada. Con reservas escasas, inflación reprimida y una confianza que se evapora, el gobierno apenas sobrevive día a día. Y los mercados ya votaron: el dólar a $1.500 es su pronóstico para el día después de las urnas.

¿Quién le cree al plan de Milei?

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