La hermana del Presidente evalúa forzar la renuncia de un diputado libertario para que asuma Diego Spagnuolo, el ex titular de la Andis que denunció un entramado de coimas y hoy amenaza con hundir al gobierno.
Con el asesoramiento del abogado Francisco Oneto, Karina Milei analiza un plan que roza lo desesperado: otorgarle a Spagnuolo una banca en Diputados para que goce de fueros durante dos años y así frenar la avanzada judicial. Las internas libertarias, los nombres en disputa y el miedo a más revelaciones ponen en jaque a la Casa Rosada.
La política argentina se mueve, a veces, como un tablero de ajedrez donde las piezas no siguen reglas claras, sino impulsos desesperados. Eso es lo que parece estar ocurriendo en el círculo íntimo de Javier Milei, donde Karina, la hermana presidencial y autoproclamada guardiana del poder libertario, analiza un movimiento que raya en la maniobra más burda: forzar la renuncia de un diputado de su propio espacio para que Diego Spagnuolo, el ex titular de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), asuma una banca en el Congreso y acceda a la inmunidad que otorgan los fueros.
Spagnuolo no es un nombre menor. Fue undécimo en la lista de candidatos de La Libertad Avanza por la provincia de Buenos Aires en 2023 y no logró entrar al Congreso. En aquel momento, la solución que encontró Milei para premiar su lealtad fue ubicarlo al frente de la Andis. Hoy, el contexto es radicalmente distinto: Spagnuolo es el hombre que, con sus audios filtrados, puso al descubierto un presunto sistema de recaudación ilegal que salpicaría directamente a Karina Milei. El fuego interno amenaza con consumir a los libertarios desde adentro y la salida que se baraja es darle lo que siempre quiso: una banca en Diputados.
El cerebro detrás de esta jugada sería Francisco Oneto, abogado de confianza de Karina y amigo cercano de Spagnuolo. Oneto fue quien acercó la idea de negociar un salvavidas político para el ex funcionario antes de que la “gangrena”, como definió la crisis, se expanda sin control. No es un detalle menor: Oneto no solo es abogado de la secretaria general de la Presidencia, sino que en los últimos días se mostró muy cerca del propio Milei, al punto de que nadie descarta que termine representando al Presidente en esta misma causa.
El mecanismo para consumar la operación es simple en los papeles, pero enrevesado en la práctica. Uno de los diputados electos por La Libertad Avanza en 2023 debería renunciar para liberar la banca que, por orden de lista y respetando la ley de cupo, le correspondería a Spagnuolo. Los nombres que aparecen en la mira son los de Pablo Ansaloni, Eduardo Falcone o Santiago Santurio. La idea sería tentarlos con un cargo en el Ejecutivo para que dejen el Congreso, pero ninguno parece fácil de convencer. Ansaloni, ex massista, no responde a las entrañas libertarias. Falcone ya se apartó del bloque para sumarse al MID de Oscar Zago. Y Santurio responde a Santiago Caputo, lo que obligaría a Karina y a los Menem a tragarse un sapo enorme y negociar con un operador que fue expulsado del corazón del poder.
También sobrevuela la posibilidad de que renuncie Alberto “Bertie” Benegas Lynch, un apellido de peso dentro del círculo libertario, aunque con sus propios intereses ya asegurados. Nada indica que semejante sacrificio sea sencillo de lograr.
El trasfondo es claro: si Spagnuolo llega al Congreso, contará con fueros durante dos años. Eso le permitiría esquivar, al menos temporalmente, la investigación que llevan adelante el fiscal Franco Picardi y el juez Sebastián Casanello. A diferencia de otras causas que parecen dormidas, este expediente avanza con una celeridad que aterra a la cúpula libertaria. Por eso, la urgencia no es solo política, es judicial.
La desesperación dentro del gobierno quedó en evidencia en las últimas horas. Nadie coordinó una respuesta clara frente al escándalo. Apenas algunos satélites ensayaron defensas tibias, como el filósofo Alejandro Rozitchner, que se mostró cerca de Milei y del propio Spagnuolo. Guillermo Francos intentó desligar a la vicepresidenta Victoria Villarruel, como si el ex funcionario fuera ajeno al mundo libertario. Pero las fotos de Spagnuolo con Milei, mucho antes de que Villarruel apareciera en escena, dejaron esa versión en ridículo.
Otros, como Martín Menem o Alejandro Fargosi, buscaron el comodín habitual: culpar al kirchnerismo de montar una operación. Sin embargo, el propio Milei echó a Spagnuolo en un gesto de desesperación que lo dejó más expuesto que nunca. Si realmente era un invento de la oposición, ¿por qué el Presidente se encargó personalmente de bloquearle la salida y aislarlo?
El miedo, en realidad, tiene una explicación más cruda: la posibilidad de que aparezcan más audios y, peor aún, un video con confesiones aún más comprometedoras de Spagnuolo. Ese fantasma recorre los pasillos de la Casa Rosada y paraliza a ministros, aliados y hasta al PRO, que eligió el silencio antes que salir en defensa de Milei y su hermana.
La crisis amenaza con expandirse como una mancha de aceite. Ya comenzaron a emerger contratos que vinculan a funcionarios de primera línea con la droguería Suizo Argentina, cuyos dueños intentaron huir con fajos de dólares en medio de allanamientos. Los nombres que asoman no son menores: Patricia Bullrich, Luis Petri y Mario Lugones. Todos quedaron salpicados en un esquema de contrataciones que podría conectar distintos hilos de la misma trama.
En este escenario, el blindaje a Spagnuolo aparece como la prioridad de Karina Milei, aunque el costo político de semejante movida puede ser devastador. La ingeniería de los fueros es vista como un manotazo de ahogado, un intento burdo de encubrir a un ex aliado que amenaza con arrastrar a todo el gobierno.
El libertarismo, que se presentó como la fuerza de la transparencia y la lucha contra “la casta”, enfrenta hoy el espejo más incómodo: el de reproducir las peores prácticas de la política que decía combatir. La pregunta que queda flotando es si lograrán comprar el silencio de Spagnuolo o si, al final, será él quien termine revelando hasta dónde llega la telaraña de negocios, contratos y coimas en el corazón mismo del poder libertario.
Deja una respuesta