Cristina Fernández de Kirchner volvió a soltar una de esas intervenciones que no dejan margen para la ambigüedad. Con un tuit demoledor, la expresidenta apuntó contra Javier Milei en el momento más delicado de su gestión: el giro abrupto en la política cambiaria y la intervención del Banco Central en el mercado de cambios. Y lo hizo con la ironía y la crudeza que la caracterizan: “¡Ay Milei!… Qué quilombo se te armó… Y no te lo digo por la coima de tu hermana, sino por lo cambiario y monetario. ¡La vas a chocar mal!”.
El mensaje expone lo que para CFK es el corazón del problema económico: un esquema sin dólares y sin pesos, con fuga de capitales, turismo emisivo, deuda, colchones y tasas bancarias en niveles imposibles. La vicepresidenta de dos mandatos recordó que Milei había prometido “quemar el Banco Central”, pero en lugar de eso terminó alimentando una bola de nieve de pasivos remunerados y de intereses impagables. “Chau al crédito bancario”, sentenció, señalando que hoy el descubierto en cuenta corriente roza el 100% de costo financiero total.
En el mismo texto, Cristina lo ridiculiza por la contradicción entre su dogmatismo de manual y la realidad que lo empuja a tirar por la borda la “biblia austríaca” de la que tanto se jactaba. “Hoy, cuando decidiste la intervención del Banco Central en el Mercado Único y Libre de Cambio terminaste de quemar los libritos de la escuela Austríaca”, disparó.
Con el estilo sarcástico que cultiva desde hace años, la expresidenta lo comparó con su frustrado paso como arquero: “Te tiran un colchón y no lo atajás. ¿Viste que como panelista en la tele es mucho más fácil que como presidente en la Rosada?”.
La estocada final llegó con un recordatorio histórico: el 11 de septiembre se cumplen 16 años de la ley que, bajo su gobierno, eliminó el delito de calumnias e injurias para periodistas. “Imaginen si estuviera vigente hoy”, remató, en clara alusión a la ofensiva judicial y mediática que el oficialismo impulsa contra voces críticas.
Cristina, una vez más, operó como termómetro y catalizador: donde la oposición calla, ella puso palabras. Y lo hizo en un momento en que el propio Milei acaba de dinamitar su discurso más preciado: el de la “pureza” ideológica y la “coherencia” liberal. La expresidenta, lejos de dejarlo pasar, lo marcó en carne viva: un presidente sin dólares, sin pesos y sin rumbo.
CFK: «Terminaste de quemar los libritos de la escuela Austríaca»





















Deja una respuesta