El economista Santiago Bulat analizó los datos del segundo trimestre del año. Mientras baja la inflación, se desploma el consumo, sube el riesgo país y el plan económico tambalea sin dólares ni confianza internacional.
Los datos que el Gobierno no quiere mirar
El economista Santiago Bulat presentó un panorama preocupante de la situación económica argentina, en el marco del segundo trimestre del año. Aunque se registró una baja en la inflación, el dato que resalta es el derrumbe del consumo y la fragilidad del modelo libertario que impulsa Javier Milei.
Un freno brusco al consumo popular
“La inflación cayó al 4,2%, pero el consumo se derrumbó”, alertó Bulat en diálogo con medios. Las ventas de supermercados se redujeron drásticamente, y la demanda de productos como textiles y alimentos muestra una retracción sin precedentes.
En paralelo, hubo una “fuerte caída de consumo en general, y particularmente en bienes durables como autos importados”, marcando un retroceso del poder adquisitivo que profundiza la crisis alimentaria y social.
Exportaciones en baja y reservas endebles
Otro dato inquietante es la caída de exportaciones en un 20% en el segundo trimestre. Si bien el Gobierno esperaba que el agro traccione la economía, la reactivación del campo todavía no compensa la fuga de divisas ni genera un flujo positivo para sostener las reservas.
El modelo de Milei se basa en sostener un superávit comercial, pero con el desplome de las importaciones por la recesión y no por un boom exportador. El ingreso de dólares es ficticio, y se complica aún más con los pagos que exige el FMI.
Riesgo país en alza y fuga de inversiones
El dato que más preocupa a los mercados es el riesgo país: subió más de 150 puntos desde junio. ¿La razón? Falta de confianza. La desregulación anunciada con el RIGI no atrae inversiones extranjeras si no hay estabilidad política ni reglas claras.
“La inversión extranjera va a tardar mucho en llegar, incluso con incentivos. Las condiciones macro no ayudan”, sentenció Bulat. Mientras tanto, el modelo especulativo se sostiene con alambre y sin respaldo real.
Turismo y energía: dos motores con trabas
El turismo receptivo crece, pero el dólar ahorro sigue restringido. En cuanto a la energía, Vaca Muerta tiene potencial pero requiere financiamiento que no está disponible. Todo eso agrava la debilidad estructural de la economía.
El equilibrio fiscal es sólo una parte del problema. La cuenta corriente externa también importa y allí el panorama es negativo. El ajuste es brutal, pero no garantiza recuperación.
En resumen
La economía de Milei logró bajar la inflación, pero a costa de un ajuste económico feroz que golpea al consumo, achica las exportaciones y eleva el riesgo país. Sin dólares, sin crédito y sin consumo interno, el modelo libertario empieza a mostrar sus límites.
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