El gobierno de Javier Milei enfrenta críticas lapidarias desde la administración Trump, donde lo acusan de despilfarrar fondos del FMI, sostener una economía “atada con alfileres” y hundir a la Argentina en más pobreza.
Mientras en Argentina el ajuste provoca hambre y protestas, en Washington crece la desconfianza hacia Milei. Fuentes del propio trumpismo lo califican de “fraude” y ponen en duda la viabilidad de un rescate financiero.
La estrella de Javier Milei se apaga incluso en los pasillos de la Casa Blanca. El sitio especializado POLITICO, una referencia clave en Washington, reveló que dentro del gabinete de Donald Trump se multiplican las tensiones en torno a la ayuda extraordinaria que el secretario del Tesoro, Scott Bessent, impulsa para la Argentina. Lejos de ser un respaldo unánime, esa iniciativa abrió una grieta entre funcionarios trumpistas, senadores republicanos y poderosos productores del midwest que rechazan el salvataje a un país hundido por el ajuste y la corrupción.
Las declaraciones que trascendieron son demoledoras. “Milei es un fraude, está terminado políticamente”, disparó un funcionario trumpista consultado por el medio. No se quedó ahí: acusó a Karina Milei de corrupción, a Luis Caputo de ser un operador de insider trading y al gobierno argentino de dilapidar 15 mil millones de dólares del FMI y otros 15 mil millones de las reservas del Banco Central para sostener una “moneda basura”. Palabras duras, pero que sintetizan la desconfianza que rodea al experimento libertario en el poder.
El descontento en Washington no es nuevo. Hace meses se observa con recelo un plan económico que, como reveló LPO, “está atado con alfileres”. Los mismos republicanos que en un principio vieron en Milei a un aliado ideológico, hoy lo ven como un lastre político que no logró estabilizar la economía argentina, ni frenar la espiral de pobreza que sus políticas de austeridad generaron.
La contradicción es evidente. Mientras Bessent insiste en sostener al gobierno libertario con un paquete de ayuda que todavía está en discusión, otras voces dentro del trumpismo exigen no poner un centavo más. La bronca de los productores de soja del midwest y del senador Chuck Grassley es un ejemplo claro: mientras ellos pierden mercados frente a China, la Argentina recibe dólares frescos y encima exporta al gigante asiático. La palabra “injusticia” circula fuerte entre los sectores que presionan contra Milei.
El panorama político tampoco ayuda. POLITICO subrayó que el partido de Milei ya sufrió derrotas electorales importantes en septiembre y que se espera un nuevo golpe en las legislativas de fin de año. La pobreza creciente, el ajuste sin freno y los escándalos de corrupción erosionan cualquier resto de legitimidad que aún pueda sostener. El malestar social en Argentina se traslada ahora al plano internacional, donde Milei aparece cada vez más aislado.
La crudeza del diagnóstico estadounidense pone en jaque la narrativa triunfalista que el gobierno libertario intenta instalar. Si hasta los supuestos aliados lo acusan de fraude y corrupción, la pregunta inevitable es cuánto tiempo más podrá resistir Milei con un plan económico que ya muestra señales de colapso. La incertidumbre crece, el descontento se multiplica y la paciencia, tanto en Argentina como en Washington, parece agotarse.
Fuente
.https://www.lapoliticaonline.com/politica/sigue-la-interna-en-la-casa-blanca-por-la-ayuda-a-la-argentina-la-estrella-de-milei-se-esta-apagando/
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