La Cámara de Diputados rechazó los vetos presidenciales a la emergencia pediátrica y al financiamiento universitario, mientras en la Casa Rosada primó el hermetismo y las caras largas de los funcionarios.
El oficialismo reaccionó con silencio y estrategias de aislamiento mediático, mientras el gobierno enfrenta críticas internas, incertidumbre sobre el presupuesto 2026 y la creciente presión de sectores golpeados por sus políticas de ajuste.
La derrota de Javier Milei en Diputados no fue solo un revés legislativo: fue un golpe de visibilidad que el gobierno quiso ocultar a toda costa. Desde el Salón Eva Perón, el Presidente y sus ministros observaron por televisión cómo se rechazaban los vetos a la emergencia pediátrica y al financiamiento universitario, mientras personal de Casa Militar cerraba puertas y corría por los pasillos para impedir que la prensa los interceptara. El hermetismo oficial no solo evidenció temor al escrutinio, sino también la fragilidad de un gobierno que pretende imponerse a golpe de decreto y redes sociales.
Los ministros, con las caras largas que delataban la tensión, aprovecharon el operativo de “seguridad” para salir sin dar declaraciones, conscientes de que cada gesto era observado por una ciudadanía que ya siente los efectos del ajuste: estudiantes, docentes, médicos y residentes se movilizaban en las calles, denunciando la falta de inversión en salud y educación. El rechazo parlamentario no fue casual; refleja la resistencia social a políticas que concentran recursos y reducen derechos fundamentales, mientras el oficialismo juega a minimizar daños con RT presidenciales y mensajes agresivos en redes.
La situación interna del gobierno se tornó todavía más compleja. Críticas hacia Lisandro Catalán y los primos Menem se sumaron al desconcierto, y la posible “judicialización” de la aplicación de las leyes parece un recurso ya gastado. En paralelo, el dólar tocó el techo de la banda cambiaria y el Banco Central tuvo que vender 53 millones para contenerlo, un reflejo de la fragilidad económica que acompaña a un liderazgo más preocupado por su imagen que por soluciones concretas.
El Consejo Interuniversitario Nacional advirtió que el presupuesto anunciado para 2026 consolida el ajuste sobre el sistema educativo: los 4,8 billones de pesos destinados a las universidades quedan lejos de los 7,3 billones necesarios para garantizar su funcionamiento. La tensión electoral añade un elemento más de presión: Milei prepara recorridas por provincias y encuentros con candidatos para demostrar que “los candidatos son él”, en un intento evidente de frenar la creciente desconfianza.
El episodio de este miércoles deja un mensaje claro: el gobierno de La Libertad Avanza enfrenta no solo el rechazo parlamentario, sino también la crítica social y la desconfianza interna. Los vetos rechazados, lejos de ser simples gestos simbólicos, revelan la incapacidad de Milei de equilibrar ajustes económicos con las necesidades básicas de la población y la estabilidad del sistema educativo y sanitario. Cada paso en falso refuerza la sensación de improvisación y la urgencia de un liderazgo que parece más centrado en controlar narrativas que en resolver problemas reales.
Fuente:
.https://www.pagina12.com.ar/858732-milei-y-sus-ministros-recibieron-la-derrota-parlamentaria-co
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