El Decreto 647/2025 sepultó el proyecto que buscaba garantizar fondos, becas y recomposición salarial para docentes y no docentes. La medida profundiza la confrontación con el sistema universitario y la oposición.
El Gobierno de Javier Milei vetó íntegramente el Proyecto de Ley Nº 27.795, aprobado por el Congreso el pasado 21 de agosto, que establecía un esquema de financiamiento estable para las universidades públicas y contemplaba la recomposición salarial de sus trabajadores. La decisión quedó oficializada este miércoles 10 de septiembre mediante el Decreto 647/2025, publicado en el Boletín Oficial.
El texto legislativo, que ahora queda anulado, buscaba blindar el presupuesto universitario frente a la inflación y destinar partidas específicas para garantizar la permanencia y el egreso de estudiantes, mejorar las condiciones laborales de docentes y no docentes, ampliar la oferta académica, fortalecer la investigación, sostener programas de becas y bienestar estudiantil, y asegurar la infraestructura necesaria para el funcionamiento de las instituciones. Además, contemplaba una actualización automática de los gastos en base al IPC.
La Casa Rosada justificó el veto en la necesidad de preservar “las facultades del Poder Ejecutivo en la administración de los recursos del Estado” y evitar lo que calificó como una intromisión del Congreso en materia presupuestaria. Sin embargo, la decisión es interpretada como un nuevo gesto de ajuste ideológico y económico que impacta directamente en la educación superior.
Con este paso, Milei reaviva la pulseada con el sistema universitario, ya tensada por los recortes presupuestarios aplicados desde el inicio de su gestión. El veto no solo desata un nuevo conflicto con rectores, docentes y estudiantes, sino que también abre un frente parlamentario: la oposición había logrado sancionar la norma como respuesta al ahogo financiero de las casas de estudio.
En un país donde la universidad pública representa un motor de inclusión, desarrollo científico y movilidad social, la decisión del Gobierno no solo bloquea la posibilidad de recomponer salarios y sostener becas, sino que también limita el futuro de miles de jóvenes. Milei opta, una vez más, por el ajuste en detrimento del derecho a la educación y la ciencia, confirmando que su plan económico no admite excepciones ni siquiera en los pilares fundamentales del Estado.
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