La esquina de San José e Humberto I° volvió a convertirse en un escenario de mística política. Apenas cerrados los comicios bonaerenses, un puñado de personas comenzó a reunirse frente al departamento donde Cristina Fernández de Kirchner cumple prisión domiciliaria. Lo que empezó como un grupo reducido se transformó rápidamente en una muchedumbre que cortó el tránsito y desató una vigilia cargada de cánticos, carteles y emoción.
A las 21 en punto, mientras el escrutinio ya anticipaba la victoria del peronismo en la provincia de Buenos Aires, Cristina rompió el silencio con un tuit que apuntó directamente al presidente Javier Milei. La ex mandataria cuestionó con dureza la banalización del “Nunca Más” y las actitudes del mandatario, a quien acusó de reírse del dolor ajeno y de sostener un modelo económico que condena a millones al endeudamiento por alimentos, alquileres y medicamentos. Con ironía, recordó además que, aunque desapareciera todo vestigio del kirchnerismo, al gobierno libertario seguirían faltándole dólares y sobrándole deuda.
Poco después, la líder peronista salió al balcón, vestida con una remera blanca con un gran corazón rojo estampado en el pecho. Con los brazos en alto, besos lanzados al aire y sonrisas constantes, Cristina compartió con la multitud un festejo que se extendió por largo rato. Los presentes corearon canciones contra Milei y su hermana Karina, mientras se multiplicaban los gestos de apoyo y los ojos brillosos de emoción. “Cada vez que votes como el culo, nos vamos a encontrar en la calle”, decía un cartel que sintetizaba la tensión entre la calle y el poder presidencial.
Cristina no estuvo sola. Máximo Kirchner la acompañó en su casa durante el recuento y, más tarde, su voz volvió a escucharse en un mensaje grabado que Axel Kicillof transmitió durante el acto de cierre en el búnker bonaerense. El gobernador celebró el triunfo y no dudó en remarcar que la ex presidenta “está injustamente condenada y debería estar acá”.
Así, entre balcones, calles colmadas y mensajes punzantes, Cristina Fernández de Kirchner volvió a ocupar el centro de la escena política nacional. Lo hizo con el respaldo de una victoria electoral clave y con un mensaje que tensiona aún más la relación con un gobierno que insiste en atribuirle las culpas de una crisis que se agrava día a día.
Deja una respuesta