El caso de las coimas que sacude al gobierno no pasó desapercibido: según una encuesta de Management & Fit realizada entre el 25 y 26 de agosto, el 94,5% de los argentinos asegura estar al tanto del escándalo que involucra a Karina Milei y los Menem. La mayoría coincide en algo: se trata de un hecho grave. De hecho, el 73,2% lo califica como “muy” o “algo” grave, mientras que casi seis de cada diez creen que las denuncias son ciertas y revelan un entramado de corrupción.
Sin embargo, la gravedad del hecho choca con la indiferencia electoral: el 82,6% asegura que este episodio no afectará su voto de cara a las legislativas. Es decir, el escándalo sacude la opinión pública, pero no altera la maquinaria política. En paralelo, más de la mitad de los consultados admite que la situación disminuye su confianza en la gestión nacional, y ocho de cada diez coinciden en que el presidente debería dar explicaciones públicas, con urgencia según un 61,3%.
El contraste con la realidad cotidiana es evidente: mientras algunos medios y encuestas muestran al país pendiente de los audios y los contratos millonarios, gran parte de la población se encuentra desconectada de la política institucional. Comentarios en redes y portales reflejan que para muchos argentinos la corrupción es un fenómeno crónico, tan normalizado que ni siquiera mueve su voto.
La encuesta también expone un dato revelador: solo un 11,8% de los encuestados desestima las denuncias como una jugada política o electoral. Esto demuestra que, más allá del show mediático, la percepción de corrupción es real y penetrante, aunque la indignación no necesariamente se traduzca en acción.
En definitiva, los audios, los contratos y los nombres de Karina Milei y los Menem están en la boca de todos, pero la distancia entre la indignación y el voto efectivo sigue siendo insalvable. La pregunta que queda flotando es clara: ¿importa realmente la corrupción en un país donde el escándalo es noticia, pero no cambia nada?
Fuente:
Todo el mundo conoce el caso de las coimas y el 60% asegura que Karina y los Menem son culpables
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