Los datos finales del 26 de octubre, difundidos por el periodista Matías Mowszet, confirman el triunfo nacional de La Libertad Avanza con el 40,66% de los votos. Sin embargo, la foto completa revela un dato clave: de los 35,9 millones de electores habilitados, 21,3 millones no votaron por Javier Milei ni por fuerzas aliadas. El mapa provincial confirma un oficialismo fuerte en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, pero con una oposición consolidada que concentra más del 59% de los sufragios.
El periodista Matías Mowszet (@MatiMow) publicó en X los resultados definitivos del escrutinio nacional del 26 de octubre, donde se confirma que La Libertad Avanza (LLA) obtuvo 40,66%, equivalente a 9.437.382 votos. Aunque se trata de la primera minoría y del espacio más votado del país, la lectura fría del resultado abre un debate inmediato sobre la legitimidad política y el apoyo real del Gobierno en plena crisis económica.
La segunda fuerza, Fuerza Patria, alcanzó un contundente 32,09% (7.447.834 votos), consolidando un bloque opositor que, sumado a partidos provinciales, el Frente de Izquierda y otras fuerzas, supera ampliamente al oficialismo. De hecho, según la síntesis visual que acompaña el posteo viral, de los 35.912.841 electores habilitados, solo 14.554.560 eligieron a Milei o espacios aliados. Eso implica que 21.358.281 ciudadanos –más del 59% del padrón– no respaldaron al Gobierno.
Los datos difundidos por Mowszet también muestran la distribución territorial:
– En Buenos Aires, LLA obtuvo 3,6 millones de votos, casi en paridad con Fuerza Patria.
– En Córdoba, el oficialismo superó los 892.000 votos.
– En Santa Fe, logró 684.533 votos.
El cuadro completo incluye el desempeño de fuerzas provinciales como Provincias Unidas (7,00%) y los oficialismos locales no alineados (3,24%), que captaron votos decisivos en distritos como Misiones, San Juan, Río Negro y Neuquén.
Un dato político clave surge al mirar a nivel nacional: aun con el triunfo de LLA, ninguna fuerza concentra un apoyo cercano a la mitad del electorado argentino. La dispersión del voto y la magnitud de la abstención, el voto en blanco y la fragmentación de los espacios opositores muestran un país dividido, atravesado por tensiones económicas y por un escenario social mucho más complejo de lo que la victoria numérica del oficialismo sugiere.
La foto electoral final, difundida por Mowszet y replicada por miles de usuarios en X, obliga a una lectura incómoda para el Gobierno: su legitimidad institucional está intacta, pero su legitimidad social es débil, y los números demuestran que gobierna con el respaldo explícito de menos de 4 de cada 10 electores.





















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