Kicillof reunió a intendentes bonaerenses y llamó a construir una alternativa amplia para 2027

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En un encuentro con más de 40 jefes comunales, el gobernador bonaerense analizó el resultado electoral y propuso consolidar el Movimiento Derecho al Futuro como una herramienta política de alcance nacional.

La reunión en Berazategui sirvió para reordenar filas tras la derrota del 26 de octubre y proyectar un armado que supere los límites del Partido Justicialista. Los intendentes expresaron respaldo al mandatario y coincidieron en la necesidad de fortalecer la gestión provincial frente al avance del gobierno de Javier Milei.

Axel Kicillof reunió en Berazategui a más de cuarenta intendentes bonaerenses que integran el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), en un encuentro que se extendió durante toda la tarde y que dejó una definición clara: avanzar en la construcción de una alternativa política de cara a 2027, con el objetivo de seguir gobernando la provincia de Buenos Aires y recuperar el gobierno nacional. La cumbre, realizada en la casona del Ministerio de Asuntos Agrarios —ubicada en el Parque Pereyra Iraola—, funcionó como una instancia de balance tras las elecciones legislativas del 26 de octubre, pero también como punto de partida de una nueva etapa dentro del peronismo bonaerense.

El gobernador fue recibido con un aplauso prolongado por parte de los jefes comunales que ya habían comenzado a intercambiar impresiones sobre la coyuntura electoral y los desafíos por venir. En su intervención, Kicillof agradeció el trabajo territorial realizado durante la campaña, valoró el esfuerzo colectivo y llamó a ampliar la base de sustentación del MDF como un espacio capaz de trascender las fronteras del Partido Justicialista. Su mensaje apuntó a la unidad, pero también a la renovación política. “Hay que trabajar para ser una alternativa a nivel nacional desde el Movimiento Derecho al Futuro. No vamos a construir sobre la base de pisotear a otros, sino de unificar a todos”, expresó el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, al cierre del encuentro, sintetizando la postura del mandatario.

La convocatoria, según coincidieron los asistentes, había sido planificada con anterioridad al debate público generado por la carta de Cristina Fernández de Kirchner, difundida pocos días antes, en la que la expresidenta analizó las causas de la derrota electoral. Si bien el documento generó incomodidad en varios intendentes, desde el entorno de Kicillof evitaron polemizar y sostuvieron que el encuentro en Berazategui tenía objetivos estrictamente políticos y de gestión. “El foco fue trabajar para recuperar el gobierno nacional en 2027 y cuidar la provincia. Empezó la campaña para el 2027, miramos para adelante, no nos enredamos en internas”, sintetizó uno de los jefes comunales consultados por Ámbito.

Durante la reunión, los intendentes destacaron el resultado obtenido en la elección provincial, calificándolo como un desempeño positivo en un contexto nacional adverso. Alberto Descalzo, exintendente de Ituzaingó, sostuvo que “la elección fue muy bien desdoblada y se ganó muy bien. Axel decidió en función de lo que nosotros le pedimos”. Su par de Laprida, Alfredo “Pichi” Fisher, coincidió en el diagnóstico: “Estamos muy contentos porque con la conducción de Axel logramos que más de 100 municipios consolidaran su territorio y que la Legislatura tenga sostenibilidad para nuestro gobernador”. Las declaraciones, recogidas por Ámbito y La Nación, apuntaron a respaldar la estrategia provincial y a marcar una continuidad de gestión frente a los desafíos institucionales que se avecinan.

Uno de los ejes centrales del encuentro fue la necesidad de garantizar la aprobación de tres leyes clave: el Presupuesto 2026, la Ley Impositiva y la autorización para tomar endeudamiento. Según confirmaron fuentes oficiales, los proyectos serán presentados el lunes siguiente en la Casa de Gobierno y representan un punto de inflexión para la administración provincial. “Son normas cruciales para el funcionamiento de la provincia”, explicó un alto funcionario. En la misma línea, desde el MDF remarcaron que el contexto económico, marcado por las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei, exige fortalecer la gobernabilidad y la coordinación legislativa.

La preocupación por las decisiones del Ejecutivo nacional atravesó toda la jornada. Los intendentes y ministros presentes plantearon su inquietud por lo que consideraron una “actitud sectaria y antidemocrática” del presidente Milei, especialmente tras excluir a cuatro provincias de la reunión de gobernadores convocada en la Casa Rosada. Entre los asistentes al cónclave estuvieron la vicegobernadora Verónica Magario, los ministros Carlos Bianco (Gobierno), Javier Alonso (Seguridad), Pablo López (Economía), Walter Correa (Trabajo), Andrés Larroque (Desarrollo de la Comunidad), Javier Rodríguez (Desarrollo Agrario), Jesica Rey (Comunicación) y el director ejecutivo de ARBA, Cristian Girard. También participaron intendentes como Julio Alak (La Plata), Fabián Cagliardi (Berisso), Lucas Ghi (Morón), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Andrés Watson (Florencio Varela), Pablo Descalzo (Ituzaingó) y Fernando Moreira (General San Martín).

En los días previos, el documento firmado por Cristina Kirchner había generado fuertes comentarios dentro del peronismo bonaerense, al responsabilizar a Kicillof por la decisión de desdoblar la elección provincial de la nacional, a la que calificó como un “error político”. La expresidenta argumentó que esa estrategia dividió esfuerzos y debilitó el desempeño del oficialismo frente a la oposición. Sin embargo, varios intendentes interpretaron la misiva como una señal de desgaste en la conducción del Partido Justicialista. Algunos manifestaron su malestar por lo que consideraron un “tono injusto” hacia quienes sostienen la gestión territorial y advirtieron que el peronismo necesita abrir una nueva etapa de debate y reorganización.

Desde el entorno del gobernador prefirieron no alimentar la controversia. Las fuentes citadas por Ámbito aseguraron que la publicación “no causó sorpresa” y que “no modifica la relación con CFK ni con La Cámpora”. De hecho, trascendió que Kicillof descartó de plano cualquier movimiento para desplazar a los ministros que militan en la organización kirchnerista, como Juan Martín Mena, Nicolás Kreplak, Florencia Saintout, Daniela Vilar, Marina Moretti y Homero Giles. “La carta y el gabinete son asuntos separados”, aclararon desde el gobierno bonaerense.

Pese a las diferencias de diagnóstico sobre la estrategia electoral, el eje del discurso de Kicillof giró en torno a la necesidad de mantener la cohesión y evitar una fragmentación mayor. En ese sentido, insistió en que el Movimiento Derecho al Futuro debe convertirse en una herramienta de articulación política que convoque a todos los sectores del campo nacional y popular. El objetivo, según los intendentes consultados, es construir un espacio amplio que trascienda las estructuras partidarias tradicionales y recupere el vínculo con la sociedad desde la gestión.

El encuentro también sirvió para reafirmar un posicionamiento común frente a las políticas del gobierno nacional. Los intendentes expresaron su preocupación por el impacto del ajuste sobre los municipios, la caída de la obra pública y la reducción de transferencias. Varios señalaron que la provincia necesita instrumentos financieros para sostener programas sociales y garantizar la prestación de servicios básicos. En ese contexto, la aprobación del Presupuesto y el endeudamiento fue presentada como una condición indispensable para sostener la gobernabilidad y atender las demandas más urgentes de la población.

Mientras tanto, desde el PJ bonaerense se mantienen las expectativas por la renovación de autoridades prevista para diciembre. El mandato de Máximo Kirchner como presidente del partido expira el 18 de ese mes, y aunque Kicillof no manifestó intención de competir por el cargo, dejó trascender que no obstaculizará a los intendentes que decidan impulsar una nueva conducción. La definición del futuro del PJ provincial será otro de los escenarios donde se medirá el peso político del gobernador y de su espacio.

La diputada bonaerense Teresa García, una de las voces más cercanas a Cristina Fernández de Kirchner, buscó atemperar los ánimos y sostuvo que la carta de la exmandataria no debía interpretarse como un ataque, sino como un “análisis político correcto” sobre la coyuntura. Reconoció, sin embargo, que la provincia “terminó balcanizada” por las distintas estrategias electorales y que la falta de coordinación entre los niveles municipal, provincial y nacional incidió en el resultado final.

En la Casa de Gobierno bonaerense, el análisis fue otro: los funcionarios destacaron que el MDF logró consolidar presencia en más de 100 municipios, fortalecer el bloque legislativo y sostener la gobernabilidad frente a un panorama económico incierto. “No fue una mala elección, fue una elección difícil en un contexto nacional de recesión, inflación y enojo social”, sintetizó un ministro del gabinete.

Lejos de las lecturas simplistas, el encuentro de Berazategui reflejó la voluntad de Kicillof de sostener el liderazgo provincial sin romper los puentes con el resto del peronismo. En un momento de fragmentación política, su apuesta pasa por combinar gestión, territorialidad y construcción colectiva. El Movimiento Derecho al Futuro emerge así como una plataforma de proyección hacia 2027, con un discurso centrado en la defensa de la provincia frente al avance del neoliberalismo y en la necesidad de recuperar un horizonte de desarrollo.

El mensaje fue claro: sin unidad, no hay futuro político posible. Pero esa unidad, según dejó entrever el gobernador, deberá construirse sobre nuevas bases, más amplias y representativas. En ese equilibrio —entre la lealtad institucional y la necesidad de renovación— se juega hoy buena parte del destino del peronismo bonaerense.

Fuentes :