Con un margen ínfimo entre el peronismo y La Libertad Avanza, Jorge Capitanich se niega a admitir la derrota y exige esperar el escrutinio definitivo. El dirigente cuestiona la euforia del oficialismo y advierte sobre el desgaste del liderazgo de Milei si no aparecen resultados concretos.
En un escenario político nacional cargado de tensión y lecturas apresuradas, el exgobernador del Chaco, Jorge Capitanich, decidió no convalidar la narrativa de victoria impulsada por La Libertad Avanza. A horas de haberse cerrado las urnas, el dirigente chaqueño pidió “paciencia y prudencia” hasta conocer el resultado final del escrutinio. Según los datos provisorios, la fuerza libertaria encabezada por Leandro Zdero se impondría por una diferencia mínima —45,88% contra 45,13% del peronismo—, una distancia tan exigua que habilita cualquier revisión detallada.
“En Chaco estamos aguardando el escrutinio definitivo. Faltan votos que pueden ser a nuestro favor, y mucho no está definido”, declaró Capitanich en una entrevista radial. Lejos del tono resignado que se suele adoptar tras una derrota electoral, el exintendente de Resistencia se mostró firme: “En la categoría de senadores no admitimos ningún resultado todavía”.
Su postura, que a primera vista puede parecer un gesto de resistencia, tiene también una carga política más profunda. Capitanich no sólo defiende el recuento voto a voto, sino que busca preservar el sentido de representación de un peronismo que, pese al desgaste y la fragmentación, todavía conserva un núcleo militante y social significativo en el norte argentino. La diferencia en Chaco —una de las provincias históricamente peronistas— no sólo pone en discusión un resultado electoral, sino el avance real de la ola libertaria fuera de los centros urbanos.
El chaqueño aprovechó además para trazar una autocrítica hacia el movimiento nacional: “Si tomás las últimas 40 elecciones de la Argentina, ganamos 6, diferentes pero peronistas. Lo que está en proceso de discusión es ver cómo articulamos la alianza federal con la justicia social. Después de una derrota electoral a nivel nacional, no pudimos todavía generar las condiciones para una victoria”. Su análisis desnuda una crisis estructural en el peronismo: la pérdida de cohesión interna y la dificultad para articular una alternativa federal frente al discurso antiestatal y de mercado que hoy domina la escena.
La cautela de Capitanich contrasta con el exitismo de los libertarios, que celebran como un triunfo nacional lo que podría terminar siendo apenas una ventaja estadística. Mientras Milei intenta capitalizar el resultado como una confirmación de su liderazgo, las diferencias mínimas en provincias como Chaco reflejan un país dividido, sin hegemonías claras y con una oposición que, pese a su crisis, sigue conservando peso político.
“El resultado ajustado podría ser la última oportunidad para Milei. Si no genera resultados concretos, habrá que ver lo que pueda pasar en 2027”, lanzó el exgobernador, en una frase que resume tanto la fragilidad del oficialismo como la persistencia de un peronismo que, aunque golpeado, se niega a desaparecer.
Con el escrutinio definitivo todavía en curso, Capitanich apuesta a mantener la calma y proteger el voto chaqueño. En su discurso hay algo más que una disputa numérica: la defensa de un modelo de país frente al avance del capital financiero y la desindustrialización, símbolos del proyecto libertario. Si el recuento final confirma la derrota, el chaqueño habrá perdido una elección. Pero si logra revertirla, habrá instalado una advertencia: la euforia libertaria tiene pies de barro y la Argentina real —la del trabajo, la producción y la justicia social— todavía respira.
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.https://www.minutouno.com/politica/jorge-capitanich-no-admite-la-derrota-chaco-y-espera-el-recuento-definitivo-n6206740
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