Leandro Scatturice, asesor de Santiago Caputo, protagoniza una trama de vínculos con la SIDE, negocios con la Anses, vuelos sospechosos y una reciente adquisición de Flybondi. Mientras se ajusta y demoniza a Aerolíneas Argentinas, un nuevo empresario multipropósito florece con fondos estatales.
Con contratos por millones con la SIDE y la Anses, y con nexos con el trumpismo, Scatturice aparece como un operador privilegiado del gobierno libertario. La falta de controles y la inacción judicial evocan viejos fantasmas del pasado kirchnerista, mientras en el Congreso se intenta correr el eje del debate hacia zonas de menor visibilidad.
La opaca compra de la aerolínea low cost Flybondi por parte de Leandro Scatturice, un oscuro asesor con vínculos con los servicios de inteligencia y el trumpismo, destapó una red de contratos millonarios con el Estado nacional que ya hacen sonar las alarmas: ¿estamos ante el surgimiento del «Lázaro Báez» libertario?
Scatturice, vinculado directamente a Santiago Caputo, mano derecha del presidente Javier Milei, se encuentra en el centro de un esquema de poder que involucra a la SIDE, la Anses y otros organismos públicos. Su nombre comenzó a resonar con fuerza luego de que se confirmara que adquirió Flybondi, justo cuando el gobierno embiste con fuerza contra Aerolíneas Argentinas, desfinanciándola y usando incluso a la agencia estatal Télam para producir informes negativos sobre la aerolínea de bandera.
La revelación más escandalosa provino del registro del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, donde apareció un contrato firmado por la SIDE argentina con la empresa Tactic Global, propiedad de Scatturice. El objeto del acuerdo es tan insólito como preocupante: la intermediación en reuniones entre funcionarios argentinos y estadounidenses, así como la asesoría estratégica a la central de inteligencia local.
La pregunta surge de inmediato: ¿para qué está el cuerpo diplomático argentino —con su embajador en Washington, Alec Oxenford— si la SIDE terceriza sus relaciones con Estados Unidos a un empresario con intereses propios?
A esto se suman otros contratos estatales, como los que tiene Scatturice con la Anses, a través de su empresa OCP Tech SA, por unos 60 millones de dólares en el marco del programa Conectar. También mantiene vínculos comerciales con Trenes Argentinos, convirtiéndose en un empresario multifunción del ecosistema estatal.
La figura de Scatturice no es nueva en el mundo de las polémicas. En febrero de este año, su avión privado, un Bombardier 5000, aterrizó en Aeroparque con valijas sospechosas transportadas por Laura Belén Arrieta, militante trumpista radicada en Miami. La aduana quiso inspeccionarlas, pero una «orden de arriba» —según reveló La Nación— bloqueó el procedimiento. El escándalo evocó el caso Antonini Wilson, aunque esta vez la justicia argentina ni siquiera se inmutó.
Scatturice vive en Miami, cultiva vínculos con el trumpismo duro y es socio de Barry Bennett, ex asesor de Donald Trump. Juntos fundaron la consultora Tactic Global, contratada por la SIDE en circunstancias aún inexplicadas.
La adquisición de Flybondi por parte de Scatturice se da en simultáneo con el recorte de fondos a Aerolíneas y su campaña de desprestigio oficial, lo que configura un escenario de canibalismo estatal. La estrategia es simple: mientras el Estado destruye su propia aerolínea, financia con recursos públicos la expansión de una privada en manos de un socio del poder.
El dinero es fungible, y eso hace difícil separar los fondos provenientes de la SIDE, la Anses y otros organismos del dinero utilizado por Scatturice para comprar Flybondi. ¿Estamos, entonces, frente a un caso de corrupción estructural, donde los funcionarios libertarios se sirven del Estado al estilo del kirchnerismo más rancio?
La aparición del contrato entre la SIDE y Tactic fue revelada por el periodista Ignacio Gimeldi (LN+), y el tema llegó a la Comisión Bicameral de Seguridad Interior del Congreso. No obstante, ya hay intenciones de trasladarlo a la Bicameral de Inteligencia, donde el oficialismo podría dormir el expediente.
El titular de la SIDE, Sergio Neiffert, incluso organizó una reunión con legisladores esta semana. Entre los ausentes estuvo el diputado Rodolfo Tailhade, del kirchnerismo, quien en otros tiempos protagonizaba duros videos contra la inteligencia macrista. Ahora, en silencio, debe lidiar con la incomodidad de que este nuevo escándalo lo tiene a él y a su bloque en una posición incómoda.
Los antecedentes de Scatturice con los servicios de inteligencia kirchneristas también incomodan. A fines del gobierno de Cristina Kirchner, su firma C3 Consultings se vio envuelta en la interna entre Fernando Pocino y Jaime Stiuso, viejos popes de la ex SIDE.
Hoy, bajo el gobierno de Milei, ese mismo actor que supo moverse entre espías, contratos opacos y valijas misteriosas, parece ser uno de los grandes beneficiarios del Estado en retirada.
Fuente:
- https://www.lapoliticaonline.com/amp/319973-revelan-contratos-millonarios-de-scatturice-con-la-side-y-anses-y-ya-hablan-del-lazaro-baez-libertario/
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