CFK volvió al centro de la escena con un multitudinario banderazo en Parque Lezama

La expresidenta convocó a evitar provocaciones frente a su domicilio y pidió trasladar el apoyo popular a un espacio público. En su mensaje, arremetió contra Patricia Bullrich, Milei y Macri, llamó a la unidad y prometió el regreso del peronismo: “Los pueblos siempre vuelven”.

Mientras el gobierno de Javier Milei intenta imponer su agenda a fuerza de represión, ajuste y blindaje judicial, el pueblo peronista volvió a ocupar las calles. Esta vez, el escenario fue el Parque Lezama, en el barrio porteño de San Telmo, donde miles de personas se congregaron en un masivo banderazo en apoyo a Cristina Fernández de Kirchner, luego del insólito operativo policial montado en la madrugada frente a su domicilio, sin orden judicial y con fines evidentemente provocadores.

La expresidenta, lejos de dejarse intimidar, salió a marcar la cancha. Desde sus redes sociales denunció la maniobra encabezada por Patricia Bullrich como “completamente ilegal” y convocó a evitar confrontaciones innecesarias, trasladando la manifestación a un espacio público. “Todas las manifestaciones de estos días fueron pacíficas. Lo que está haciendo el gobierno es provocar para luego victimizarse. No lo vamos a permitir”, escribió Cristina.

“Militar, organizarse y estar junto a la gente”

En el acto de Parque Lezama, donde flamearon banderas argentinas, carteles de “CFK conducción” y hasta una reproducción simbólica del balcón del Instituto Patria, se escuchó un potente mensaje grabado por la propia vicepresidenta. Allí, Cristina apeló al corazón militante del peronismo: llamó a reorganizarse, a no bajar los brazos y a resistir el modelo de exclusión que hoy impone la administración libertaria.

“Tenemos que militar, organizarnos y estar junto a la gente”, dijo con voz firme. También cuestionó con dureza el modelo económico vigente, al que calificó de “injusto, insostenible y profundamente deshumanizante”, y recordó el intento de magnicidio del que fue víctima en septiembre de 2022: “Ese acto de odio sigue impune, y lo que hacen hoy es seguir sembrando miedo. Pero no les tenemos miedo”.

Con una línea clara de confrontación política, Cristina no se guardó nada: “Bullrich es una mujer nefasta. Macri trajo el endeudamiento y la desindustrialización. Y Milei vino a hablarnos de futuro mientras nos entrega el presente a los poderosos de siempre. Esto no es nuevo: es la restauración del proyecto neoliberal que ya fracasó”.

“Los pueblos siempre vuelven”

La frase resonó como un eco de esperanza entre quienes asistieron al banderazo. Cristina aseguró que el peronismo volverá porque “tenemos historia, tenemos patria, tenemos pueblo”. Esa afirmación, lejos de ser solo un deseo, se leyó como una advertencia política: el campo popular está herido, pero no vencido.

A diferencia de otros momentos, el tono de la exmandataria osciló entre la denuncia y la esperanza. Mostró sensibilidad frente al sufrimiento social —producto del brutal ajuste libertario— pero también fortaleza estratégica. “A mí me guían las ideas y el amor por el pueblo. No hay odio que pueda con eso”, sostuvo.

Unidad frente al odio

Lo que quedó claro en Parque Lezama es que el kirchnerismo conserva su capacidad de movilización. A pesar del cerco mediático y judicial, el respaldo popular a Cristina se mantiene firme. La convocatoria fue espontánea, y el operativo libertario —que intentó cercarla en Recoleta— terminó generando el efecto contrario: la unió más al pueblo.

Lejos de la soledad que algunos quisieron imponerle, la figura de Cristina reaparece como faro en tiempos de oscuridad. Frente a un gobierno que criminaliza la protesta, precariza la vida y reprime con saña, su voz vuelve a sonar como una alternativa posible, deseada y urgente.

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