El Gobierno de Javier Milei anunció reducciones en las retenciones para el agro, mientras mantiene recortes en jubilaciones, ciencia, salud y educación. Un beneficio para pocos que se financia con el ajuste sobre los sectores más vulnerables.
En plena Exposición Rural 2025, Javier Milei anunció la reducción de las retenciones a los productos del agro: la soja baja del 33% al 25%, el maíz del 12% al 9,5%, el girasol del 7% al 5%, y se esperan también recortes en la carne.
“Gracias al superávit”, según el presidente, se puede reducir la carga impositiva al sector más poderoso de la economía argentina. Sin embargo, ese “superávit” se sostiene con duros recortes en áreas sensibles como:
- Jubilaciones y pensiones
- Universidades públicas
- Hospitales y medicamentos
- Investigación científica
El relato oficial habla de eficiencia y libertad económica, pero los datos muestran que los beneficios fiscales para el agro se logran a costa de las necesidades básicas de millones.
Además, trascendió un malestar en el entorno oficial: la vicepresidenta Victoria Villarruel no logró ingresar al evento por no contar con acreditación para su equipo, lo que fue interpretado como un desaire institucional en un contexto político de internas cada vez más visibles.
Desde el Gobierno se insiste en que las medidas son parte de una estrategia para incentivar exportaciones y atraer divisas. Pero la pregunta persiste: ¿quién paga el costo de este modelo?
Comparativa internacional
Mientras Argentina reduce retenciones, países como Brasil mantienen esquemas fiscales progresivos para el agro. En Francia y Alemania, los subsidios al campo están condicionados al cumplimiento de objetivos sociales y ambientales. En cambio, el esquema argentino actual entrega beneficios sin exigir ningún tipo de reinversión o responsabilidad.
Infografía

Fuente: Radio 10 – Programa “Conflicto de Intereses”
Mención: Exposición Rural 2025, Nicolás Pino, Victoria Villarruel























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