Con dramaturgia y dirección general de Thomas Guzmán, «Pupitres vacíos» irrumpe en la cartelera porteña como una propuesta teatral de fuerte carga emotiva y política. Estrenada el jueves 1° de mayo en el Teatro Multiescena, esta obra de realismo épico histórico nos invita a sumergirnos en la desgarradora experiencia de Guille, un joven detenido-desaparecido durante la última dictadura militar argentina.

La pieza de una hora de duración construye un espacio onírico y lúgubre, donde el protagonista, interpretado con solidez por Jorge Pestille, transita los tormentos de la desaparición forzada, acompañado por los ecos de otros jóvenes —compañeros, fantasmas, recuerdos— que también fueron arrancados de sus pupitres. La figura de “El General”, recreada desde el imaginario de Guille, aporta una dimensión simbólica que permite indagar no solo en los horrores del aparato represivo, sino también en los límites de lo humano y lo monstruoso.

La puesta, sencilla pero efectiva, apoya su potencia en las actuaciones, con momentos de gran intensidad emocional y corporalidad contenida. Lourdes Prenafeta, Giuliano Amadio y Joaquín Prato completan un elenco comprometido, que trabaja con sensibilidad la memoria colectiva sin caer en solemnidades ni didactismos.

«Pupitres vacíos» se inscribe en una línea de teatro político que apuesta por la reflexión a través del arte, pero con una estética contemporánea y una mirada joven. La dirección de Guzmán, quien también firma la dramaturgia, denota una clara intención de construir un lenguaje propio. A sus 25 años, este creador independiente —formado en la Academia de Pablo Flores Torres y en Andamio 90— reafirma su compromiso con una escena autogestiva y profundamente ligada a los procesos sociales.

La obra se presenta todos los jueves de mayo a las 21 h en el Teatro Multiescena (Av. Corrientes 1764, CABA), con entradas a $15.000. Una propuesta que, desde el dolor, honra la vida y la memoria de una generación silenciada.
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