Economista y doctor en Ciencias Políticas, Paraguay: «Milei no es un presidente, es un vendedor»

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Entrevistado: Víctor Benítez (economista y doctor en Ciencias Políticas, Paraguay)

El análisis y la crítica a Milei y la economía de derecha

  • Benítez afirmó que tanto Milei como el presidente paraguayo Peña actúan más como “vendedores” al servicio de elites económicas que como verdaderos presidentes comprometidos con el bienestar social.
  • Criticó el modelo defendido por Milei y la derecha libertaria, señalando la falta de Estado, fuerte economía informal, elevado hambre estructural y crisis social a pesar de cifras macroeconómicas estables.
  • Paraguay, a pesar de su crecimiento y baja inflación, tiene casi 2 millones de personas sin acceso regular a servicios básicos como agua potable o electricidad, además de un salario mínimo muy bajo para el costo de vida.
  • Calificó el “modelo low cost” como insostenible: pocos impuestos, poca redistribución y un Estado ausente dejan la estructura social muy vulnerable y con dependencia peligrosa de remesas del exterior.
  • Sobre las maquilas, advirtió que sólo multiplican empleos precarizados y con escaso impacto en el desarrollo local, explotando mano de obra barata sin derrame de bienestar.[web:6]

Reflexión Enorsai

A nivel internacional, las experiencias históricas con gobiernos de ultraderecha y políticas neoliberales extremas han demostrado ser peligrosas para las sociedades latinoamericanas. En los años 70 y 80, dictaduras neoliberales en Chile, Argentina y Brasil implementaron reformas que generaron altos niveles de desigualdad, represión social y enormes violaciones de derechos humanos, sin resolver estructuralmente los problemas de pobreza.[web:2][web:6]

Más de un centenar de economistas de todo el mundo alertaron recientemente: medidas como la dolarización, el achicamiento drástico del Estado, el desmantelamiento de servicios públicos y la fe ciega en el libre mercado suelen profundizar la desigualdad, deterioran los salarios reales y generan vulnerabilidad económica, delegando las crisis sobre los sectores más frágiles. Experiencias históricas de ajuste extremo —como el “Consenso de Washington”— crearon crisis sociales profundas, incrementaron la pobreza y dispararon el desempleo.[web:6]

En América Latina, la ola actual de la nueva derecha radical suele atacar el pluralismo, restringir derechos y debilitar las instituciones democráticas bajo la retórica del “orden” y la eficiencia. Todo esto constituye una amenaza real para los procesos democráticos, la cohesión social y la justicia distributiva. Frente al avance de estos modelos, defender políticas públicas sólidas, amplias libertades y democracia verdaderamente plural es una bandera insoslayable para el futuro de la región.[web:3]

Datos históricos sobre golpes y políticas de derecha

  • En Guatemala (1954), el derrocamiento de Jacobo Árbenz por un golpe apoyado por EE.UU. abrió una era de dictaduras represivas, motivadas por intereses corporativos, como los de United Fruit Company. La inestabilidad y pobreza se profundizaron por políticas orientadas a beneficios privados.
  • En Brasil (1964), el golpe militar concluyó en más de 20 años de dictadura, se persiguió a disidentes y se implementaron políticas neoliberales que modernizaron parcialmente la economía pero también incrementaron fuertemente la desigualdad y la pobreza urbana.
  • El golpe en Chile (1973) contra Salvador Allende instauró la dictadura de Pinochet, conocida por su represión brutal (más de 3.000 muertos y desaparecidos) y por ser laboratorio del “Consenso de Washington”, aplicando privatizaciones y reformas de mercado que dispararon la desigualdad y deterioraron los sistemas públicos.
  • En Argentina (1976), la dictadura militar utilizó el terrorismo de Estado –con más de 30.000 desaparecidos– y llevó adelante fuertes políticas de ajuste y apertura, generando crisis de deuda y una estructura social devastada, cuyos efectos perduraron décadas.
  • Gran parte de América Latina fue zona de experimentación neoliberal durante los 70 y 80, bajo dictaduras militares, priorizando el mercado y privatizando áreas estratégicas. El impacto fue aumento de la deuda externa, debilitamiento institucional y mayor vulnerabilidad ante crisis globales.
  • Estos modelos, sostenidos por las oligarquías locales y el apoyo de EE.UU., revelaron que la concentración de riqueza y poder, la represión y el achicamiento del Estado conducen a sociedades más desiguales, menos democráticas y expuestas a crisis económicas recurrentes.

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