El aumento imparable de productos importados amenaza empleos, paraliza fábricas y profundiza la crisis en la industria metalúrgica argentina

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Con importaciones que superan los 13.800 millones de dólares y un crecimiento interanual del 38,5%, el sector metalúrgico enfrenta una caída estructural de la producción y del empleo, mientras los empresarios y gremios advierten sobre la falta de políticas industriales y el impacto de la apertura comercial promovida por el Gobierno de Javier Milei.

La industria metalúrgica argentina atraviesa un momento crítico. En apenas seis meses, las importaciones de productos del exterior crecieron un 40%, desplazando a proveedores locales y generando un escenario cada vez más sombrío para las PyMEs del sector. La fundición y los bienes de capital, tradicionalmente los más expuestos a la competencia internacional, son los más afectados. En junio, las importaciones alcanzaron los 2.140 millones de dólares, un salto interanual del 46,8%, y muestran un crecimiento mensual constante cercano al 4%.

El acumulado del primer semestre de 2025 alcanzó los 13.850 millones de dólares, frente a los 10.000 millones registrados en el mismo período del año pasado. Para los industriales, esta cifra no es un dato abstracto: significa fábricas que cierran, trabajadores que pierden sus puestos y un sector que, pese a crecer apenas 2,9% este año, no logra recuperar los niveles previos a la llegada de Javier Milei a la Presidencia.

Elio Del Re, titular de ADIMRA, advierte que “el panorama es bastante complejo” y que sin políticas industriales diferenciadas que equilibren el mercado local con la importación, la situación puede profundizarse. La realidad de la producción refleja esta alarma: casi tres de cada cuatro empresas prevén que su actividad se estancará o caerá en los próximos meses.

El Monitor de Desempeño Industrial de la UIA confirma el deterioro: el 36,3% de las empresas redujo su producción en el segundo trimestre, mientras que solo el 21,8% logró incrementos. En ventas, el 43,5% reportó bajas y en exportaciones, el 30,5% de las compañías sufrió caídas. La presión importadora se traduce directamente en pérdida de empleos; en julio, el sector perdió 1,9% de su fuerza laboral, y casi un cuarto de las empresas redujo su dotación de personal.

La carga impositiva y los altos costos laborales, sumados a la avalancha de productos importados, generan un cóctel explosivo que amenaza con paralizar la industria. Gonzalo Ammaturo, referente de las PyMEs metalúrgicas, explica que la competitividad local se ve limitada por decisiones políticas que priorizan la apertura comercial sobre la protección del trabajo nacional. La combinación de caída de demanda, aumento de costos y presión importadora configura un cuadro de incertidumbre que preocupa a empresarios y gremios por igual.

En este contexto, las críticas hacia el gobierno de Milei se multiplican: la política de apertura sin controles estratégicos muestra sus efectos más negativos en la industria metalúrgica, dejando en evidencia la falta de un plan industrial coherente que proteja a las empresas argentinas y al empleo local.

Fuente:

.https://www.perfil.com/noticias/economia/las-importaciones-en-la-industria-metalurgica-alcanzaron-los-usd-13800-m-casi-un-40-mas-que-2024.phtml

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