En una entrevista con AM530, el economista Roberto Feletti desmontó el relato oficial sobre el tipo de cambio, apuntó contra Luis Caputo, y aseguró que el salto cambiario no solo desmiente la «desinflación», sino que anticipa un desenlace similar al del colapso de 2018. “Está roto el sistema de producción y consumo”, afirmó.
La prédica libertaria de Javier Milei, montada sobre el supuesto “ordenamiento macroeconómico” y una presunta estabilización monetaria, está cada vez más alejada de la realidad. Frente a esa desconexión, el economista Roberto Feletti lanzó una advertencia brutal: “A Milei hay que responderle que el dólar no flota, vuela”. No se trata solo de una frase provocadora; es una síntesis cruda del deterioro económico que, aunque disfrazado de narrativa antiinflacionaria, se traduce en más desigualdad, más pobreza y menos horizonte.
Feletti, con vasta experiencia en la gestión pública y conocimiento técnico, dialogó con Andrea Recúpero en AM530 Somos Radio y expuso sin eufemismos el desmoronamiento progresivo de la economía real. El aumento del dólar, explicó, no es un fenómeno aislado ni neutro. En los últimos tres meses, la divisa escaló un 20%, pasando de menos de 1100 pesos a casi 1400. Pero lo más grave, según su mirada, es que esta suba se traslada a precios “por goteo”, empujando el costo de vida sin pausa ni control.
La trampa libertaria aparece cuando el gobierno intenta maquillar la recesión como un triunfo contra la inflación. Feletti no compra ese relato. “El trabajador nota que cada día es más difícil completar una vida digna”, disparó. En un contexto donde el poder adquisitivo se desploma y la demanda interna se contrae, las empresas trasladan a precios lo que pueden: especialmente alimentos, transporte y servicios esenciales. “La gente tiene que comer”, señaló con claridad. El resultado: la inflación baja en los papeles, pero la vida cotidiana se encarece por las vías más crueles.
El salto cambiario de julio, que fue del 14%, según el propio Feletti, es solo un eslabón más en una cadena que parece estar conduciendo a un abismo conocido. “Si Caputo es el Ministro es probable que todo termine como en 2018”, afirmó, en alusión directa al colapso económico que protagonizó el mismo funcionario durante el gobierno de Mauricio Macri. ¿De verdad alguien puede sorprenderse? La frase infame de Caputo, “comprá, campeón”, no solo exhibe su frivolidad sino la absoluta desconexión con la tragedia social que provocan sus políticas.
Pero lo más inquietante no es el personaje, sino el esquema que se está consolidando con la complicidad del Fondo Monetario Internacional. “El Fondo les da el apoyo pero obliga al salto cambiario”, denunció Feletti, desnudando la lógica perversa que empuja al país a repetir una y otra vez el mismo libreto fallido. La falta de ingresos de capitales, a diferencia del primer menemismo que al menos pudo atraer inversiones extranjeras mediante privatizaciones, deja a Milei sin herramientas para contener el frente externo. “Se creyó que era Menem pero le falló el ingreso de capitales importantes”, sentenció.
No hay épica de mercado que valga cuando se rompe el entramado productivo. “Está roto el sistema de producción y consumo”, describió con precisión quirúrgica, al tiempo que advirtió que en cada devaluación se pone de manifiesto la insostenibilidad del modelo actual. Nada funciona cuando las pymes no pueden trasladar costos, los salarios pierden contra los precios y el dólar se dispara sin control. La ficción monetaria del gobierno se derrumba cada vez que una familia llega al supermercado o paga la factura de luz.
Feletti no se limitó a lo económico. Como quien entiende que todo está conectado, recordó un punto de quiebre en la historia reciente: “Desde que gatillaron en la cabeza a Cristina, se rompió el pacto democrático en Argentina”. La frase no es menor. Invita a pensar el deterioro no solo como una cuestión técnica, sino como parte de un proceso de ruptura del contrato social, donde la violencia política y la desigualdad económica se retroalimentan peligrosamente.
Sin estridencias pero con contundencia, Feletti también se refirió al espacio Fuerza Patria, asegurando que lo ve bien y que las tensiones internas han sido superadas. Tal vez, en medio de la tormenta, vislumbra un germen de reconstrucción política desde donde enfrentar el desastre. Pero para eso hace falta algo más que voluntad. Hace falta un diagnóstico certero, sin complacencias ni relatos mágicos, que se anime a decir lo que otros callan: que el modelo Milei no solo es cruel, sino profundamente inviable.
Es evidente que el gobierno ha optado por una estrategia de shock que prioriza el ajuste y la especulación financiera, dejando en segundo plano a la economía real, esa que late en los barrios, en los comercios, en los talleres y en las mesas familiares. En ese contexto, la advertencia de Feletti resuena como un grito incómodo: el dólar no flota, vuela, y con él se va la estabilidad, el salario, el futuro. La pregunta ya no es cuánto tiempo más puede sostenerse este esquema. La verdadera pregunta es cuánto daño más puede tolerar la sociedad argenentina antes de decir basta.
Fuente:
https://am530somosradio.com/roberto-feletti-a-milei-hay-que-responderle-que-el-dolar-no-flota-vuela/





















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