Polémica por los F-16: Denuncian a Petri de aceptar límites británicos que afectarían la defensa de las Malvinas

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Militares denuncian restricciones impuestas por el Reino Unido sobre los radares de tiro de los aviones comprados a Dinamarca, mientras Defensa lo desmiente y habla de capacidades plenas.

La reciente adquisición de 24 aviones F-16 por parte del Ministerio de Defensa argentino abrió un nuevo frente de tensión puertas adentro de las Fuerzas Armadas. Aunque el ministro Luis Petri presentó la compra como un salto tecnológico que coloca a la Fuerza Aérea «lista para proteger el cielo y la soberanía de todos los argentinos», fuentes militares advierten que los aviones llegarán con limitaciones clave impuestas por el Reino Unido para proteger las Islas Malvinas.

Según reveló La Política Online, una fuente militar cercana a la negociación aseguró que el convenio firmado entre Argentina y la empresa danesa Terma Global -responsable de modernizar los F-16- incluye exigencias británicas para reducir el alcance del radar de tiro de los aviones. Puntualmente, se lo limitaría a 60 millas náuticas, una distancia insuficiente para operar sobre el espacio aéreo de las Malvinas sin quedar al alcance del poderío antiaéreo británico.

> «Una de las que van a limitar es el radar de tiro, que lo van a cortar a 60 millas, y eso afecta a las Malvinas», afirmó la fuente, quien explicó que si bien los F-16 no tienen componentes británicos que permitan un veto directo, Londres interviene políticamente a través de la OTAN. «Los británicos saben que no tenemos portaaviones. Si vos te tenés que acercar a 60 millas de Puerto Argentino para eventualmente hacer un ataque efectivo, a esas 60 millas ya te detectaron y te tiraron abajo», advirtió el militar.



La denuncia agrega que Reino Unido, como socio de la OTAN, habría condicionado la operación para evitar que las capacidades ofensivas de los F-16 supongan «un riesgo para la seguridad de las islas», buscando impedir cualquier amenaza potencial sobre las posiciones británicas en el Atlántico Sur. Según la misma fuente, las limitaciones serían implementadas vía software en los sistemas de radar y guerra electrónica.

Defensa niega las restricciones

Sin embargo, desde el Ministerio de Defensa y también desde la Fuerza Aérea rechazan de plano estas versiones. Otras fuentes militares consultadas por LPO sostuvieron que no existe restricción alguna sobre el radar ni sobre las capacidades electrónicas de los aviones adquiridos. «Tenemos no sólo las capacidades full y existentes de la aeronave sino también de reprogramación nacional de todas las librerías de guerra electrónica y modos de radar sin limitación alguna», afirmaron.

Incluso explicaron que el contrato con Terma Global está orientado a proveer equipos que permitan justamente la reprogramación local de estos sistemas, fortaleciendo la autonomía operativa argentina. «Terma no toca radar, ellos proveen elementos de la suite EW (guerra electrónica), pero no tocan el radar. Lo de las 60 millas no tiene ningún tipo de sustento técnico», sostuvieron fuentes oficiales, destacando además que el software “Tape” argentino sería uno de los más avanzados disponibles para la modernización del F-16.

Una operación bajo sospecha política

La controversia se suma a otras tensiones que atraviesan al Ministerio de Defensa en el gobierno de Javier Milei, ya cuestionado por distintos sectores militares. Para algunos sectores castrenses, la posible restricción del radar alimenta la sospecha de que Argentina estaría aceptando condicionamientos británicos que podrían comprometer el control y la defensa de las Malvinas, manteniendo un status quo favorable a Londres. Para otros, es apenas un rumor sin sustento técnico ni político, impulsado por internas o intereses cruzados dentro de la fuerza.

La discusión ocurre, además, en un contexto en el que el gobierno argentino ha manifestado su interés en acercarse a la OTAN, mientras simultáneamente busca modernizar sus Fuerzas Armadas tras décadas de desinversión. Pero el episodio revela un dilema de fondo: ¿puede Argentina reequipar sus fuerzas sin resignar soberanía ni quedar atada a imposiciones extranjeras? Es la pregunta que sobrevuela esta polémica, mientras los F-16 —con o sin limitaciones— todavía no han aterrizado en suelo argentino.

Fuente:

  • https://www.lapoliticaonline.com/politica/f16/

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