Milei acorralado: los audios, los allanamientos y el escándalo de las coimas en medicamentos

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La Justicia secuestró celulares, documentos y más de 200 mil dólares en efectivo en una causa que compromete a Diego Spagnuolo, exfuncionario de ANDIS, y salpica de lleno al círculo íntimo del Presidente.

Los audios filtrados revelan una trama de sobornos millonarios en la compra de medicamentos para personas con discapacidad. El juez Casanello prohibió la salida del país a Spagnuolo y a empresarios vinculados, mientras los investigadores ponen la lupa sobre Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem.

La crisis política que atraviesa el gobierno de Javier Milei dejó de ser solo económica o parlamentaria: ahora se extiende a los tribunales. La causa por coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) desató un terremoto que golpea en el corazón del oficialismo, con escenas de película, allanamientos cinematográficos y una catarata de pruebas que comprometen a funcionarios y empresarios de laboratorios.

El protagonista central es Diego Spagnuolo, abogado de vieja cercanía con Milei y hasta hace pocos días director de la ANDIS. Fue interceptado por la Policía de la Ciudad en un barrio cerrado de Pilar cuando intentaba salir en su camioneta. En su casa se halló una máquina de contar billetes, fajos de efectivo y un iPhone que se negó a desbloquear. La escena marcó el inicio de una serie de más de 15 procedimientos ordenados por el juez Sebastián Casanello y el fiscal Franco Picardi, que apuntan a desentrañar la trama de sobornos en la compra de medicamentos para personas con discapacidad.

Las imágenes que acompañaron la investigación rozan lo cinematográfico: en Nordelta, uno de los dueños de la droguería Suizo Argentina fue sorprendido con sobres que contenían 200 mil dólares y millones de pesos en efectivo, además de cajas de seguridad manipuladas a las apuradas. También fueron allanados domicilios de exfuncionarios de la ANDIS, como Daniel Garbellini, y oficinas vinculadas a la operatoria. Entre la documentación incautada, los investigadores encontraron solicitudes de pagos millonarios a laboratorios, una cifra que asciende a más de 10.800 millones de pesos.

Lo más explosivo del caso son los audios filtrados en los que la voz atribuida a Spagnuolo detalla el mecanismo de recaudación ilegal: un sistema en el que los laboratorios pagaban sobornos para asegurar contratos con el Estado. Según las grabaciones, Karina Milei, secretaria de la Presidencia, y Eduardo “Lule” Menem, subsecretario de Gestión Institucional, serían piezas centrales del esquema, cobrando porcentajes millonarios mes a mes. “A Karina le llega el 3% y el 1% se va en la operatoria”, se escucha en uno de los audios, en los que además Spagnuolo afirma tener “todos los WhatsApps de Karina”.

El silencio del Gobierno frente al escándalo resulta tan elocuente como preocupante. Ni el Presidente ni su hermana desmintieron las acusaciones. Apenas Guillermo Francos, jefe de Gabinete, deslizó que Milei le aseguró que Spagnuolo “jamás le comentó nada”. En paralelo, el vocero Manuel Adorni intentó correr el foco anunciando la intervención de la ANDIS, aunque sin explicar cómo se montó un sistema de corrupción en una de las áreas más sensibles del Estado: la atención a personas con discapacidad.

La situación es aún más grave si se observa el contexto político. Mientras el oficialismo insistía con su motosierra sobre pensiones y programas sociales, justificando cada recorte con la frase “no hay plata”, en la propia ANDIS se amasaban fortunas en efectivo y se repartían coimas a costa de los sectores más vulnerables. El contraste desnuda la hipocresía de un gobierno que exhibe déficit cero como bandera mientras sus funcionarios acumulan dólares en sobres y alimentan una red de corrupción que ya trascendió las fronteras: la prensa internacional comenzó a cubrir el caso como un escándalo que compromete directamente a Milei.

El expediente judicial recién comienza, pero los allanamientos, las prohibiciones de salida del país y las pruebas recolectadas sugieren que lo encontrado es apenas “la puntita del iceberg”, como señaló el diputado socialista Esteban Paulón. El futuro inmediato dependerá del contenido de los celulares y dispositivos electrónicos secuestrados, así como de la documentación hallada en las oficinas y domicilios de los involucrados.

Javier Milei enfrenta ahora un dilema político y judicial mayúsculo: ¿podrá sostener la narrativa del “déficit cero” cuando la Justicia investiga a su círculo íntimo por embolsar millones en coimas? ¿Podrá eludir las responsabilidades de un caso que involucra directamente a su hermana y a uno de sus operadores más cercanos?

Por el momento, el Presidente guarda silencio. Pero los audios, los dólares en sobres y las máquinas de contar billetes hablan más fuerte que cualquier discurso oficial.

Fuente:

  • https://www.pagina12.com.ar/851849-milei-acorralado-por-las-coimas-en-medicamentos

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