Buenos Aires se prepara para una elección que definirá buena parte del tablero político de la provincia en los próximos años. Este domingo, más de 14 millones de bonaerenses elegirán diputados y senadores provinciales que renovarán la mitad de la Legislatura y acompañarán el tramo final del segundo mandato de Axel Kicillof. Lo que está en juego es mucho más que bancas: es la correlación de fuerzas que marcará la gobernabilidad en la provincia más grande e influyente del país.
El oficialismo, que pasará a denominarse Fuerza Patria, sabe que necesita sumar para garantizarle a Kicillof la musculatura política que le permita transitar los próximos dos años sin depender en exceso de negociaciones con bloques opositores. La oposición, fragmentada en múltiples expresiones, apuesta a consolidar espacios con la mirada puesta en 2027, cuando se abra la carrera por la sucesión provincial.
En la Cámara de Diputados se renuevan 46 de las 92 bancas. Hoy, el peronismo cuenta con 37, lo que no le alcanza para avanzar sin acuerdos. PRO y La Libertad Avanza suman entre ambos 25, mientras que el radicalismo, con sus distintas vertientes, conserva 15. La izquierda, la Coalición Cívica, pequeños bloques vecinalistas y unipersonales completan el mosaico de una cámara donde nada se define sin alianzas.
La Segunda sección aparece como escenario clave, marcada por la irrupción del partido Hechos, de los hermanos Passaglia, que amenaza el predominio tradicional del peronismo y de la UCR. En la Tercera, verdadero bastión peronista, se pone en juego un lote importante de bancas que el oficialismo aspira a retener para sostener su histórica supremacía. En la Sexta, con Bahía Blanca como eje, las bancas peronistas y las de los amarillos dependen de una elección marcada por el impacto del último temporal. Y en la Octava, La Plata, tanto oficialismo como oposición arriesgan nombres de peso.
En el Senado se juegan 30 de las 46 bancas y el peronismo parte con ventaja pero sin mayoría propia. La Primera sección es el plato fuerte: allí se eligen ocho senadores y ninguno de los actuales irá por la reelección. Figuran nombres pesados como Teresa García, Christian Gribaudo y Joaquín De la Torre, que dejarán su lugar a un nuevo elenco con Gabriel Katopodis encabezando la boleta oficialista y Daniela Reich por el lado de los libertarios.
La Cuarta sección es otra parada decisiva: con Pablo Petrecca al frente de Somos Buenos Aires, se abre un foco de tensión en la alianza opositora entre PRO y libertarios. Ninguno de los actuales senadores repetirá, y eso abre un escenario de renovación total. La Quinta, con Mar del Plata como epicentro, aparece como una de las apuestas de La Libertad Avanza para acortar distancias con el peronismo, mientras que en la Séptima, la más chica, también habrá recambio completo.
La elección de este domingo no solo definirá quiénes ocuparán las bancas legislativas hasta 2029, sino también la fortaleza política de Axel Kicillof para gobernar. Fuerza Patria buscará reforzar su posición, La Libertad Avanza y el PRO intentarán consolidar su alianza electoral pese a las tensiones internas, el radicalismo fragmentado quiere recuperar protagonismo, y la izquierda junto a nuevos espacios menores apuestan a sostener la representación que les permita incidir en un recinto atravesado por la negociación permanente.
Lo que suceda en las urnas bonaerenses marcará el pulso político de la provincia en los próximos dos años, pero también empezará a escribir, en clave de proyección, el escenario de la disputa por la gobernación en 2027.
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