Impresionante corrupción del gobierno de la Ciudad en el área de Salud

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El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, encabezado por Jorge Macri, quedó envuelto en un nuevo escándalo de corrupción que involucra al sistema público de salud. Una denuncia judicial reveló que un director médico del Hospital Durand falsificó más de 700 mil facturas para justificar gastos millonarios. Lejos de ser apartado, el funcionario fue protegido: el Ministerio de Salud porteño, conducido por Fernán Quirós, lo trasladó al Hospital Zubizarreta, donde continúa ocupando el mismo cargo.

El caso fue destapado por Vilma Rebossio, jefa de Auditoría Médica y Control de Gestión del Hospital Durand, quien descubrió que su matrícula y su firma habían sido utilizadas en miles de documentos falsificados emitidos por FACOEP S.E. (Facturación y Cobranza de los Efectores Públicos), una sociedad del Estado porteño que gestiona los cobros a obras sociales y al PAMI. Rebossio denunció que su nombre aparece en más de 700.000 anexos apócrifos utilizados para justificar prestaciones médicas inexistentes.

“Jamás imaginé que alguien pondría mi nombre en cosas con las que no tenía nada que ver. Encima el GCBA decidió sacar de escena a quien truchó todas las facturas con mi nombre y lo derivaron al hospital Zubizarreta, o sea, sigue siendo director administrativo”, declaró la profesional al medio Tiempo Argentino.

Tras la presentación de las pruebas, la causa quedó radicada en el Juzgado Federal N.º 3 de Comodoro Py, donde la denunciante espera ser convocada. Sin embargo, el gobierno porteño optó por el silencio. No se abrió un sumario administrativo, no se apartó al responsable, ni se dispuso una auditoría interna en el Durand ni en FACOEP. La respuesta institucional fue el traslado: un intento de ocultar el caso debajo de la alfombra.

El modus operandi expuesto es alarmante. Los anexos II, que certifican la atención de pacientes, fueron firmados falsamente con el nombre de la auditora. Esos formularios se completaban con otras planillas del área de facturación (DPH y CRG) y luego se utilizaban para cobrar supuestas prestaciones. Un circuito cerrado de documentación fraudulenta que permitía inflar gastos y desviar fondos públicos sin control.

FACOEP S.E., la empresa estatal que aparece en el centro del escándalo, ha sido señalada en múltiples ocasiones por su falta de transparencia. En la práctica, funciona como una estructura paralela de recaudación y justificación de fondos del sistema de salud porteño. La magnitud del caso —más de 700 mil facturas truchas— revela un patrón sistémico que va más allá de un funcionario aislado.

La continuidad de Fernán Quirós en el Ministerio de Salud, tras la llegada de Jorge Macri al gobierno, muestra que las prácticas heredadas del larretismo no solo persisten, sino que se profundizan. El encubrimiento a un director acusado de falsificación y fraude es parte de una política de protección hacia los cuadros técnicos y administrativos afines al PRO, incluso cuando pesan sobre ellos denuncias judiciales graves.

El discurso de la “eficiencia y la transparencia” vuelve a derrumbarse frente a los hechos. Si más de 700 mil facturas falsas circularon sin ser detectadas, el problema no es un error administrativo: es un sistema estructural de corrupción. Los hospitales públicos porteños, en lugar de ser espacios de atención y cuidado, parecen haberse convertido en oficinas donde la burocracia se mezcla con negocios turbios y complicidades políticas.

Mientras el gobierno de Jorge Macri se dedica a perseguir empleados, cerrar centros de salud y ajustar presupuestos, los responsables de fraudes millonarios siguen en sus cargos, protegidos por una red de silencio oficial. La denunciante, en cambio, debió presentarse en Comodoro Py para defender su nombre y su matrícula profesional.

El caso del Hospital Durand y el Hospital Zubizarreta no solo revela el vaciamiento ético de la gestión porteña, sino también el modo en que el PRO entiende la administración pública: premiar al que delinque, castigar al que denuncia. Y todo, en nombre de la “modernización” y la “autonomía de gestión”.

En un contexto donde los hospitales funcionan al límite, con recortes presupuestarios y falta de insumos, este escándalo demuestra que el problema no es la falta de recursos, sino la corrupción estructural y la impunidad política que Jorge Macri heredó y consolidó.




Fuente:
Tiempo Argentino – “Denuncian que el gobierno porteño protege a un director médico acusado de realizar más de 700 mil facturas truchas”
https://www.tiempoar.com.ar/informacion-general/denuncian-que-el-gobierno-porteno-protege-a-un-director-medico-acusado-de-realizar-mas-de-700-mil-facturas-truchas/

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