Fuerza Patria se impone por una mínima diferencia en Río Negro y frena el avance libertario

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Con el 95 por ciento de las mesas escrutadas en Río Negro, el panorama electoral deja una postal de equilibrio inédito. El frente Fuerza Patria se impone por una diferencia mínima sobre La Libertad Avanza: 30,62 por ciento contra 30,49. Apenas trece centésimas que definen el reparto de bancas en la Cámara de Diputados y dibujan un mapa político tenso, donde el peronismo resiste y el oficialismo libertario avanza peligrosamente sobre la Patagonia.

La aplicación oficial de la Cámara Nacional Electoral confirmó los datos provisorios que colocan a Fuerza Patria como la fuerza más votada, lo que le permite obtener dos de las tres bancas en disputa, mientras que La Libertad Avanza se queda con una. El reparto responde al sistema D’Hondt, que otorga los escaños de manera proporcional al caudal de votos de cada espacio. De esta manera, el peronismo logra retener representación y evitar que el armado nacional de Javier Milei sume más poder legislativo en la región.

El resultado refleja una paridad sin precedentes en la provincia. Río Negro, tradicionalmente dominada por partidos provinciales o por el peronismo, se convirtió en un territorio de disputa directa entre el espacio libertario y la fuerza federal de unidad. El oficialismo provincial, Juntos Somos Río Negro, que durante años fue árbitro en los armados locales, quedó relegado y sin representación nacional, evidenciando el desgaste de una estructura política que supo controlar el escenario rionegrino durante más de una década.

La elección fue además un plebiscito sobre el rumbo del país. Los rionegrinos votaron en medio de un clima de crisis económica, deterioro social y recorte de derechos laborales y educativos impulsados desde el Ejecutivo nacional. La leve ventaja de Fuerza Patria puede leerse como un rechazo al programa de ajuste de Javier Milei, aunque también expone la fragmentación del voto opositor y la capacidad de La Libertad Avanza para instalar su discurso en territorios periféricos. La provincia, que sufrió con fuerza la caída del consumo y la paralización de obras públicas, mostró así una sociedad dividida entre la resistencia al modelo de choque y la atracción de un relato antisistema que promete soluciones mágicas.

La diferencia técnica entre ambas fuerzas obliga a leer los resultados con cautela, pero el mensaje político es claro: el libertarismo ya no es una rareza porteña ni un fenómeno de redes sociales. Se consolidó como opción competitiva en una provincia del sur, algo impensado hace apenas dos años. La estrategia comunicacional, el respaldo del aparato estatal nacional y la crisis de representación de los espacios tradicionales hicieron el resto.

Para el peronismo, el triunfo ajustado representa un alivio, pero también una advertencia. Sostener dos bancas en Diputados no alcanza si el voto popular se reparte al filo del empate con una fuerza que basa su legitimidad en la demolición de la política. El desafío será recomponer su vínculo con los sectores medios y populares golpeados por la recesión, sin caer en la trampa de la resignación o el silencio.

Río Negro, que alguna vez fue símbolo del federalismo productivo, aparece hoy como espejo de un país dividido entre la resistencia social y el experimento ultraliberal. En los próximos días, cuando se complete el escrutinio definitivo, las décimas tal vez cambien, pero el dato político ya quedó sellado: el sur también está en disputa, y lo que está en juego no es sólo una banca más o menos, sino el sentido de la representación democrática frente a un gobierno que desprecia la política y utiliza el ajuste como herramienta de control social.

Fuentes:
Datos oficiales provisorios de la Cámara Nacional Electoral; cobertura de Diario Río Negro (26/10/2025); LM Cipolletti (26/10/2025); aplicación “Elecciones Argentina 2025” – Comisión Electoral Nacional.

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