Un informe de la Sindicatura General de la Nación reveló que la Anses multiplicó pagos a una empresa de limpieza ligada a Scioli, pese a no tener licitación vigente, mientras el Ejecutivo bloquea mejoras para jubilados y mantiene congelados los bonos.
El contraste es brutal y obsceno. Mientras el presidente Javier Milei repite en cada discurso que no hay dinero para mejorar las jubilaciones más bajas, la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) destina miles de millones de pesos a una empresa con un contrato vencido desde 2021. Se trata de Linser, propiedad de Luis “Chiche” Peluso, un ex funcionario cercano a Daniel Scioli que acumula denuncias por negocios poco claros.
Según un informe de la Sindicatura General de la Nación (Sigen), los pagos a Linser se dispararon un 225,7% en 2024, muy por encima de la inflación anual. Entre noviembre de 2023 y diciembre de 2024 la empresa cobró 5.477 millones de pesos, siempre sin licitación y bajo una modalidad irregular llamada “Pago por servicios usufructuados”. Este mecanismo, derogado formalmente en marzo de 2024, sigue usándose como si nada. En buen criollo: se paga por fuera de la ley.
El detalle agrava la situación. Linser arrastra un contrato de limpieza otorgado en 2018, prorrogado tres veces, hasta quedar vencido en septiembre de 2021. Desde entonces no hubo nueva licitación. La Anses simplemente decidió seguir girando fondos. Una práctica que huele más a privilegio político que a necesidad operativa.
La gravedad del caso no se reduce a un tecnicismo administrativo. Mientras se benefician empresas amigas, Milei veta en el Congreso la ley que garantizaba aumentos jubilatorios y congela el bono para quienes cobran la mínima. No se trata solo de números: detrás de cada recorte hay millones de jubilados que deben elegir entre pagar remedios o llenar la heladera. Y al mismo tiempo, la caja del Estado financia contratos que desafían las normas más básicas de transparencia.
El trasfondo es el mismo patrón que se repite en otras áreas. Como ocurrió en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), donde se denunciaron retornos y maniobras turbias, mientras el Ejecutivo se niega a reconocer la emergencia en discapacidad. El gobierno grita austeridad para los sectores vulnerables, pero abre la billetera cuando se trata de negocios de amigos o aliados circunstanciales.
Este caso debería ser un escándalo nacional. No solo porque exhibe la doble moral de un gobierno que promete dinamitar privilegios, sino porque desnuda cómo funciona en los hechos el “orden libertario”: ajuste feroz a los más débiles, impunidad total para los cercanos al poder.
La paradoja es evidente. Milei llegó al poder denunciando “la casta” y jurando cortar con la corrupción. Hoy, a nueve meses de gobierno, sostiene contratos vencidos, sin licitación, y los paga con los mismos fondos que les niega a los jubilados. Si esto no es casta, ¿qué es?
Fuente:
.https://www.lapoliticaonline.com/politica/otro-escandalo-en-el-gobierno-detectan-una-suba-exponencial-de-los-pagos-a-un-empresario-ligado-a-scioli/
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