Encuesta nacional: el 70% de los argentinos no pondría las manos en el fuego por Karina Milei

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El gobierno libertario atraviesa su crisis política más grave desde que asumió y el epicentro tiene nombre y apellido: Karina Milei. Una encuesta nacional de Zuban Córdoba y Asociados reveló que el 65,5% de los argentinos cree que tanto la hermana del presidente como Martín y Lule Menem deberían renunciar de inmediato a sus cargos y ponerse a disposición de la Justicia tras el escándalo de las coimas revelado por los audios de Diego Spagnuolo. El dato es demoledor porque derrumba la idea de que el affaire podía quedar encapsulado en los pasillos de la Casa Rosada: la sociedad ya asocia al gobierno con la palabra corrupción, y ese estigma difícilmente se borre.

El impacto electoral es evidente. El 10,5% de los consultados aseguró que pensaba votar al oficialismo en octubre, pero que ya no lo hará. En el caso específico de quienes acompañaron a Javier Milei en el balotaje de 2023, el quiebre alcanza al 12,8%. El fenómeno no es menor: en un gobierno que se construyó sobre la promesa de ser la antítesis de la “casta”, la percepción de corrupción cala más hondo que cualquier ajuste económico. Las promesas de motosierra y honestidad se derrumban ante el olor a coima.

El sondeo muestra que el 62% de la población considera improvisada la respuesta oficial, mientras que un 70% afirma que no pondría las manos en el fuego ni por Karina ni por los Menem. La indulgencia presidencial hacia su hermana y sus aliados no solo alimenta la sospecha, sino que además profundiza la grieta dentro del propio universo libertario, donde crece la furia de los militantes fundacionales que hoy la acusan de haber convertido un proyecto político en un negocio personal.

La dinámica es conocida en la política argentina: las crisis de corrupción nunca se resuelven con blindajes ni con voceros repitiendo un libreto. La encuesta es categórica al mostrar que más del 61% cree que este escándalo impactará negativamente en los mercados y en la confianza de los inversores. La mancha de corrupción no solo es moral, sino también económica.

La comparación con otros episodios recientes es inevitable. Mientras el caso “libra” resultaba abstracto y difícil de comprender para la mayoría de la sociedad, la palabra “coimas” golpea directo en el sentido común. El ciudadano de a pie no necesita mayores explicaciones para indignarse: entiende que detrás de cada soborno se esconde un privilegio, una puerta giratoria de negocios oscuros y un saqueo al Estado.

El propio Milei se mostró atrapado en su doble discurso. Durante la campaña juraba que “al que roba, se le corta una mano”. Hoy, ante la evidencia que salpica a su hermana, repite que se trata de una operación y que sus funcionarios son intocables. El presidente que prometía dinamitar la casta se aferra a las más viejas prácticas de la casta: encubrir, negar y blindar. Esa contradicción erosiona su imagen con más fuerza que cualquier ataque opositor.

La encuesta confirma lo que ya se respira en la calle y en las redes: el escándalo de las coimas no es un capítulo aislado sino un punto de inflexión en la narrativa oficialista. De ahora en más, cada vez que Milei hable de honestidad y transparencia, una mayoría de argentinos recordará a Karina y a los Menem. La bandera anticorrupción, que fue clave para llegar al poder, está hecha jirones.

El caso desnuda la esencia de un gobierno que se jactó de no tranzar con la política tradicional y terminó reproduciendo lo peor de ella en tiempo récord. Mientras el presidente se atrinchera en Casa Rosada y denuncia conspiraciones, la opinión pública ya dictó sentencia: corrupción, coimas y encubrimiento. Y el daño a su credibilidad es irreversible.

Fuente:

  • https://www.lapoliticaonline.com/politica/el-65-cree-que-karina-y-los-menem-deberian-renunciar-por-el-caso-de-las-coimas/

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