Las investigaciones recientes apuntan a un presunto entramado de financiamiento narco hacia la campaña presidencial 2023 de Patricia Bullrich, con la empresaria Alejandra Bada Vázquez, dueña de Lácteos Vidal, y el narco argentino radicado en Texas, Fred Machado, como protagonistas centrales.
Según diversas presentaciones judiciales y documentos de la causa United States v. Mercer-Erwin, Machado habría realizado transferencias desde cuentas vinculadas al lavado de activos hacia Bada Vázquez, movimientos documentados en planillas del Bank of America. Poco después, la empresaria habría aportado más de 200 millones de pesos a la campaña de Bullrich, lo que originó denuncias por posible triangulación de fondos ilícitos hacia la política argentina.
El caso cobró relevancia por la intervención del sindicato Atilra, que denunció que estos aportes se habrían instrumentado mediante una red de empresas pantalla y fideicomisos usados para blanquear dinero del narcotráfico. En paralelo, medios como Tiempo Argentino y ANRed recordaron la cercanía ideológica entre Bada Vázquez y Bullrich, quienes compartieron vínculos a través del Movimiento Empresarial Antibloqueos, espacio que buscó criminalizar las protestas laborales contra Lácteos Vidal.
Aunque tanto Bada Vázquez como Bullrich rechazaron toda acusación y negaron conocer a Machado, la Justicia mantiene tres causas abiertas en San Isidro, el fuero electoral y Comodoro Py que indagan el flujo financiero que unió al empresariado lácteo con el narco detenido en Estados Unidos. Detrás de la “teoría Vidal-Bada-Machado” se perfila una hipótesis de narco-capitalismo que mezcla poder económico, represión sindical y financiamiento político, configurando un posible nexo estructural entre la economía criminal y la cúpula de Juntos por el Cambio.
ATILRA denunció ante la Justicia federal que la empresa Lácteos Vidal estaría vinculada a maniobras de narcotráfico internacional, triangulación de fondos ilícitos y graves violaciones laborales, en el marco de la causa Nº 31095/2025
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