Llegan a Ezeiza los primeros argentinos deportados por Donald Trump

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Expectativa y hermetismo rodean la inminente llegada de un vuelo con argentinos deportados desde Estados Unidos, que aterrizará en la madrugada del jueves en el aeropuerto internacional de Ezeiza. Se trata de un Boeing 767-300 de la empresa Omni Air International, contratado por el gobierno norteamericano, cuya ruta incluyó escalas en Texas, Luisiana, Bogotá y Belo Horizonte antes de arribar a Buenos Aires. Según trascendió, serían al menos diez los compatriotas que regresan bajo custodia, aunque el número exacto se mantiene bajo reserva oficial.

El embajador argentino en Washington, Alec Oxenford, aseguró que durante el embarque “no hubo incidentes” y que los deportados recibieron asistencia consular. En diálogo con Radio Mitre, el diplomático sostuvo que las expulsiones “pueden estar vinculadas a delitos o a cuestiones migratorias” y que cada Estado ejerce su potestad soberana al decidir qué hacer con quienes infringen sus leyes. A la vez, relativizó el impacto de este vuelo al señalar que los casos argentinos son “infinitésimos” en comparación con el volumen de ciudadanos de otros países deportados por la administración de Donald Trump.

El operativo en Ezeiza se mantiene con bajo perfil. Aunque inicialmente se especuló con un refuerzo de seguridad, la Policía de Seguridad Aeroportuaria informó que no habrá despliegue adicional y que los deportados saldrán por los accesos habituales. Cancillería, por su parte, evitó brindar precisiones bajo el argumento de confidencialidad.

El vuelo OAE 3642 estaba previsto para la 1.15, pero se reprogramó para las 3 de la mañana, en un esquema que podría sufrir modificaciones de último momento según reportes de sitios especializados en aeronavegación. El itinerario incluyó la entrega de otros grupos de migrantes en Colombia y Brasil, reflejando el carácter regional del programa de deportaciones masivas que ya contabiliza unas 200.000 expulsiones desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, un número que marca récords en la última década.

En el caso argentino, las deportaciones suelen realizarse en vuelos comerciales, acompañados por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Esta vez, el traslado en un chárter especial despierta atención por la magnitud del operativo, la reserva informativa y el contexto de endurecimiento migratorio en Estados Unidos. La incógnita sobre cuántos connacionales bajarán del avión en Ezeiza y bajo qué condiciones refuerza el clima de expectativa en torno a una situación tan sensible como polémica.

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