La empresa suiza Clariant se va de Argentina después de 60 años dejando a todos sus empleados en la calle

Clariant, la empresa suiza líder en productos químicos especializados, anunció el cierre definitivo de su planta en Zárate y el retiro total de operaciones en Argentina. La medida golpea de lleno a los trabajadores, a la industria nacional y deja al desnudo las consecuencias devastadoras del modelo económico de Javier Milei. La huida de inversiones es solo una de las tantas alarmas que suenan en un país cada vez más paralizado.

La multinacional suiza Clariant, una de las compañías químicas más reconocidas del mundo, acaba de tomar una decisión que marca un punto de quiebre para la industria nacional argentina: cerrar su planta de producción en la ciudad bonaerense de Zárate y abandonar por completo sus operaciones en el país. El anuncio no es solo una mala noticia para los más de 50 trabajadores que quedan en la calle, sino también un nuevo golpe para la ya tambaleante estructura productiva del país, que bajo el gobierno de Javier Milei se desmorona a pasos acelerados.

Fundada en 1958, la planta de Clariant fue durante décadas un emblema del desarrollo químico argentino. Producción de colorantes, aditivos y especialidades para diversas industrias eran parte del corazón productivo que la empresa mantenía activo en Zárate. Pero 66 años después, la empresa suiza baja las persianas y se despide sin mirar atrás.

Los motivos oficiales del cierre, según el comunicado difundido por la compañía, responden a una “decisión estratégica de reevaluación global de negocios” y a un contexto donde “la producción local ya no es sostenible”. Sin embargo, es imposible desligar esta medida del brutal ajuste económico implementado por el gobierno libertario, que ha generado un escenario de recesión, caída del consumo, inflación en alza y políticas hostiles para la industria nacional.

En Zárate, el impacto es demoledor. Los trabajadores de Clariant, quienes hasta hace pocos días ingresaban normalmente a sus turnos de producción, fueron notificados sin anestesia: la empresa cerraba de forma definitiva. El desconcierto y la angustia se mezclan con la bronca. Muchos de ellos llevaban más de 20 años en la planta. La empresa les ofreció retiros voluntarios y un acuerdo indemnizatorio que no fue discutido ni negociado en el marco del sindicato, lo que abrió un fuerte conflicto con la representación gremial.

La Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Industria Química y Petroquímica (Festiqypra) no tardó en reaccionar: denunciaron públicamente la falta de diálogo, el desprecio por la negociación colectiva y la violación de derechos laborales. El secretario general, Emilio Di Serio, fue claro al señalar que “Clariant actúa de manera unilateral e ilegal, sin respetar los procedimientos que corresponde seguir ante una situación como esta”.

Pero esta historia no es un caso aislado. La salida de Clariant se suma a una lista cada vez más extensa de empresas extranjeras y nacionales que han frenado sus inversiones, suspendido operaciones o cerrado plantas desde que Milei asumió la presidencia. La excusa de “la libertad económica” y la desregulación absoluta del mercado se está traduciendo, en la práctica, en una economía en picada, sin protección al trabajo ni fomento a la producción.

El vaciamiento del aparato industrial es tangible. A la caída de Clariant se suman las suspensiones en Scania, los ajustes en Acindar, la parálisis de fábricas textiles, autopartistas y del sector alimenticio. No hay un rubro que no haya sentido la demolición provocada por el dogmatismo ultraliberal de la Casa Rosada. Y lo que antes eran alertas, hoy son consecuencias directas: más desocupación, más pobreza y menos país.

En medio de este escenario desolador, lo que más indigna es la falta total de respuesta oficial. Desde el Ministerio de Economía, encabezado por Luis Caputo, reina el silencio. Desde la Secretaría de Trabajo, nada. Ni una declaración, ni una intervención. El Estado ausente como política de Estado. Todo parece formar parte del “plan motosierra”, donde los trabajadores son el material de descarte.

Los vecinos de Zárate, una ciudad históricamente vinculada a la actividad industrial y portuaria, sienten el golpe en carne propia. El cierre de Clariant no es solo una pérdida de empleos, sino también un golpe al tejido social. Comercios, proveedores, servicios, todo sufre cuando una gran empresa se retira. Es el efecto dominó de un modelo que destruye sin construir.

Desde los gremios se está evaluando avanzar con acciones legales y movilizaciones. “Vamos a pelear cada puesto de trabajo”, aseguran desde Festiqypra. Pero el tiempo corre y la empresa ya inició su proceso de cierre definitivo. El vaciamiento avanza y los trabajadores, nuevamente, quedan a merced del mercado.

El caso Clariant deja lecciones importantes. Primero, que las decisiones de inversión no se toman en el vacío, sino en función de políticas económicas concretas. Y hoy, con Milei en el poder, no hay previsibilidad, no hay consumo, no hay reglas claras que protejan a la industria nacional. Segundo, que la idea de “retirar al Estado” solo sirve para desguazar los derechos laborales y sociales, mientras las grandes corporaciones actúan sin controles. Y tercero, que detrás de cada número, de cada balance, hay vidas concretas, historias de trabajadores que lo pierden todo.

Mientras el gobierno celebra equilibrios fiscales que nadie siente, el país real se desangra. La salida de Clariant no es una anécdota: es el síntoma de una Argentina que expulsa empresas y personas por igual. Una economía que se achica, un Estado que se borra, una sociedad que se precariza.

¿Qué queda después del portazo de Clariant? Una planta vacía, familias quebradas, una comunidad golpeada. Y una advertencia para todos: cuando las empresas se van, los que quedamos somos nosotros. Y no hay Plan B que nos salve de un modelo que ya fracasó.

Fuentes:

  1. https://www.diariolavozdezarate.com/2025/06/19/la-quimica-clariant-cierra-su-planta-en-zarate/
  2. https://www.infogremiales.com.ar/la-quimica-clariant-cierra-su-planta-en-zarate-se-va-de-argentina-y-deja-a-unos-50-empleados-de-produccion-en-la-calle/
  3. https://www.todoprovincial.com/clariant-cierra-su-planta-en-zarate-y-deja-de-producir-en-argentina/

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